Alergia Leche: Aceptación

Quisiera hacer un ejercicio de introspección y pediros disculpas por el tono de pesimismo que pulula por todo este blog de Alergia a las proteínas de la leche (APLV).

En un principio, el diagnóstico de APLV de mi bebé no me lo tomé del todo mal, dentro de lo que cabe. Me hablaron de posibilidades de curación de hasta el 85% antes de los 4 años y lo cierto es que quedé muy esperanzada.

El problema vino con el paso de los meses. Los niveles en sangre de anticuerpos no subían (lo que era bueno) pero tampoco acababan de bajar. Mi hijo no superó una provocación que le hicieron y poco a poco el pesimismo se apoderó de mí. Las expectativas iniciales de curación (tan altas) me entristecían más... parecía que mi hijo sería del restante 15% de niños que no se curaba.

La presión tan fuerte del entorno criticándome de sobreprotectora con mi hijo fue un cóctel explosivo. Si a eso le unimos la sensación de culpabilidad que tenía como madre por creer haber propiciado la aparición de la alergia, pues todo este tema de APLV era para mí un motivo de gran tristeza. Ver a mi hijo excluido y diferente a los demás me descorazonaba.

Entonces un dia, uno de vosotros, en un comentario que dejó, me habló de la Aceptación. Aceptación como forma de entender y vivir la alergia de nuestros hijos. Aquello me hizo reflexionar mucho: creo que las cosas que no aceptamos nos hacen sufrir más. Ahora puedo decir que nunca acepté que mi hijo tuviera alergia y que eso suponía golpearse contra un muro, porque la realidad es la que es, no se puede cambiar.

"Aceptar las cosas que no se pueden cambiar" e intentar enfocar estos desafíos que nos da la vida con entereza y optimismo. Nuestro hijo tiene alergia a las proteínas de vaca, puede que lo supere o puede que no, pero intentemos vivir estos años de su vida de la mejor forma para él y para nosotros.

Es mi nuevo objetivo a conseguir: ser más optimista, pues el tiempo pasa rápido y cuando uno mira atrás descubre que todos los malos momentos pasan y que no hay que desperdiciar el tiempo.

En uno de los fantásticos videos del Proyecto CESA (obligatorio visitar www.alergiayalimentos.com), una madre de dos niños alérgicos alimentarios habla de los ingredientes en la vida de sus hijos. Uno de ellos es el Optimismo... Fantástica forma de encarar un problema y seguro que el más importante de los ingredientes. Aquí tenéis el video:



No me voy sin recomendaros que os paseis por el blog de otra madre con niño APLV Mi Menu sin Leche donde cada día aprendo cosas nuevas sobre esta alergia.

Alergia Leche: Descubrirla

Hoy quiero hablar (un poco irónicamente si me permitis) de cómo detectar una Alergia a las proteínas de leche de vaca (mediada por IgE o no mediada/intolerancia).
Digo irónicamente porque el tema me saca de quicio. He sufrido en el caso de mi hijo la dificultad de la detención de su alergia y el desconocimiento de algún pediatra sobre el tema.
Empezaremos con la Alergia a la Leche mediada por IgE, que es la que tiene principalmente síntomas de urticaria y vómitos.
Luego hablaremos de los síntomas más propios de la Alergia no mediada por IgE, llamada también intolerancia, fundamentalmente digestivos.

Pistas para detectar que un bebé es alérgico a las proteínas de leche de vaca:

ALERGIA IGE MEDIADA

URTICARIA
Tras la ingestión de leche, a los niños suelen salirle manchas rojas en la cara o granitos o, como en mi caso, ponerseles toda la cara roja.
Nuestro problema era que le dabamos un biberón y se ponía a llorar y todo rojo. Yo le veía un rojo que no era normal pero todo el mundo lo achacaba a que al tomar leche materna no estaba acostumbrado a biberones y lloraba y lloraba.
Me direis que estoy loca pero el bebé lloraba mirándome fíjamente, como diciéndome con los ojos que no se encontraba bien. Ya lo creo que no estaba bien: era alérgico y le debía de estar picando todo en su tripita con el biberón que le daba. Esa forma de mirarme nunca la olvidaré. Cuando hablan de la conexión especial entre la madre y el bebé creo que se refieren a eso: hay un lenguaje especial entre ambos, no se necesitan las palabras.

VÓMITOS Y REFLUJOS
Los niños alérgicos suelen vomitar tras la ingestión de un biberón de leche artificial (fórmula). El problema es que el vómito puede ser inmediato (en alergias mediadas) o retardado (hasta varias horas después en alergias no mediadas).
Si es inmediato es fácil sospechar. Ahora, como sea tardío el tema se complica pues uno suele achacarlo a otras causas.
Puede ser que el niño vomite sin haber tomado nunca un biberón, con solo lactancia materna. La razón es que las proteínas de leche que consume la madre pasan a la leche materna y afectan al bebé.
En este último caso, entonces es típico achacar esos vómitos o reflujos al típico reflujo del lactante y puede pasar el tiempo sin que nadie perciba que existe una alergia escondida.
Le direis mil veces al pediatra que el bebé no para de hacer pequeños vómitos y él dirá que es normal y que lo hacen todos los bebés.

ALERGIA IGE NO MEDIADA

DIARREAS
La alergia a la leche no mediada por IgE lleva normalmente asociada diarrea.
El problema está en que los bebés alimentados con leche materna suelen hacer deposiciones con mucha frecuencia, prácticamente con cada toma.
Cuando le cuentas al pediatra que tu bebé hace muchas deposiciones, lo achaca a la lactancia y no le dará importancia.

HECES TIPO MOCO
Las heces con consistencia de moco son típicas en casos de intolerancia. Lo curioso es que muchos bebés las tienen así sin estar asociadas a ningún daño en el intestino.
Por eso también es típico que si lo comentas al pediatra, este te diga que es normal.
Pero no es normal si son frecuentes y el moco va a más y llega a ser realmente significativo. No dejes de insistir a tu pediatra.

SANGRE EN HECES
Según parece es una de las causas más frecuentes de acudir a urgencia en lactantes: detectar sangre en las heces. Suele ser muy alarmante.
La sangre en heces tipo hilo es típico también en intolerancias, pero los pediatras suelen achacarlo en primer término a alguna fisura. Si no la ven con los ojos, dirán que es una fisura más alta que no se puede ver y con eso darán por terminado el asunto. Insiste si sospechas de una intolerancia.

ECZEMAS
Mi hijo ha tenido dermatitis atópica desde que nació. Y siempre decían lo mismo: eso es típico de bebés, se le quitará según crezca.
Pues detrás de esos eczemas puede esconderse una alergia. Buena parte de las dermatitis atópicas llevan asociadas una alergia alimentaria.

Como sabéis no soy médico, sólo hablo de mis propias experiencias.
Algunos pediatras no andan muy informados de las alergias alimentarias (todos hemos dado con alguno), pero la mayor parte de ellos seguro que os ayudarán a dar con la alergia alimentaria que afecta a vuestro hijo. Confiad en el criterio de vuestro médico.

Foto | nicubunu



Intolerancia a las proteínas de leche de vaca (parte 1)

Llevo mucho tiempo queriendo hablar de la Intolerancia a las proteínas de leche de vaca (denominada IPLV).
No es fácil de explicar y quería hacerlo de una forma que se entendiera. Me tomaré mi tiempo y lo haré en varias partes, pero espero vuestra colaboración y aportaciones para que entre todos conozcamos más lo que es una IPLV.

Cuando un bebé o niño tiene problemas con la ingestión de proteínas de leche de vaca puede ser porque padezca una de las siguientes “Reacciones adversas a la leche de vaca”:

- Sin afección al sistema inmunitario: 
  1. Intolerancia a las proteínas de leche de vaca: Sin base inmunológica. Síntomas exclusivamente digestivos, nada de eczemas. 

- Afectado el sistema inmunitario: 
  1. Alergia mediada IgE a las proteínas de leche de vaca (APLV): Con base inmunológica y Fácil de diagnosticar pues un análisis sanguíneo detecta los anticuerpos IgE. Fundamentalmente reacciones inmediatas a nivel cutáneo como urticarias y/o respiratorio, aunque también puede haber reacciones digestivas. 
  2. Alergia no mediada IgE a las proteínas de leche de vaca: Base inmunológica pero al no generarse anticuerpos IgE es complicado detectarla. No se sabe muy bien cómo se ve afectado el sistema inmunológico. Se habla de alergia escondida. Reacciones no inmediatas, sino diferidas (a las horas) o tardías (a los días), con síntomas fundamentalmente digestivos, aunque puede haber reacciones cutáneas y/o respiratorias. Es el caso de la enteropatía cuyos síntomas se desarrollan poco a poco y son crónicos, muy parecidos a los de intolerancia no inmunológica.

Lo difícil es saber si se trata de una Intolerancia no inmunológica o de una Alergia sin IgE. Por eso los médicos cuando las pruebas de la alergia salen negativas hablan de forma general de “Intolerancia”, sin definir cuál.

Es preciso identificar qué es lo que padece el bebé o niño con las necesarias pruebas de alergia. Aunque en el caso de que sean negativas, no implica que no se padezca Intolerancia. Sólo se descarta que no se padece Alergia mediada IgE.
Pero lo cierto es que a efectos prácticos el tratamiento es similar: exclusión de la dieta del lactante de lácteos y derivados (y de la dieta de la madre si el bebé toma leche materna) y suministro de fórmulas de leche artificial especiales hidrolizadas, en el caso de que tome lactancia artificial. Pero hay que saber siempre en que caso nos encontramos porque hay algunas diferencias en productos a consumir.

Agradezco vuestros comentarios para ampliar información, sobre todo cómo han llegado a diagnosticar en vuestro caso una IPLV.

Fuente | AEPNAA

Alergia Leche: Después de...

Los que me seguís, sabréis que mi hijo ha superado una prueba de provocación a la leche de vaca y que se le diagnosticó su tolerancia. 
Desde entonces hemos pasado mucho estrés cada vez que consumía leche en casa o en la calle, por miedo a una reacción alérgica. 
Pero los días han pasado y no ha habido ningún síntoma.

Me fastidia decir que el niño ha engordado desde entonces, porque parece que cuando era alérgico pasaba hambre. Pero para ser sinceros ha descubierto muchos sabores nuevos que creo que le han gustado o quizás haya sido el poder comer con libertad lo mismo que los demás. El caso es que está más gordito, mucho más... lo achaco a la bollería industrial, a ver si ahora vamos a alimentarnos peor por no ser alérgicos... pues lo mismo nos ocurre! Antes no entraba una pizza industrial en casa y ahora hemos pedido ya unas cuantas.

Cuando estuve dando lactancia materna con dieta sin lácteos, yo misma adelgacé un montón: porque no sabía qué podía comer y porque de un plumazo me quité bollos, chocolate, helados.... Si me pasara hoy probablemente ya sabría sustituir todos esos dulces por otros aptos para alérgico, pero entonces no sabía nada, andaba muy perdida. Así que se me fueron muchos kilos de peso con la dieta estricta.

Por otra parte, quisiera comentar algo que me ha sacado de quicio: He visitado recientemente a una amiga en una maternidad en la planta de cesáreas en un hospital infantil de Madrid y me dejó alucinada cómo las enfermeras ofrecían a todas las madres biberones de leche artificial como "ayuda" hasta que les "subiera" la leche materna. Eso era un trasiego increible de biberones de leche artificial.

Como sabreis uno de los factores de riesgo para tener alergia a las proteínas de leche de vaca es el consumo de ese "primer" biberón en maternidades con posterior lactancia materna.
Por eso me llena de pena que se ofrezca sin conocer las posibles consecuencias.
Es claro que no todos los niños tendrán alergia APLV, pero su número va en aumento y, con este tipo de medidas, no me extraña.
Ese primer biberón (son varios) que ofrecen las enfermeras sólo lo necesitan las madres, no el bebé, que puede pasar sin ellos perfectamente hasta que le suba la leche a su madre. La excusa es que con cesárea tarda más en subir la leche.
Creo que seguimos minusvalorando el problema de la alergia alimentaria. Con eso de que la mayoría de los niños la supera con el tiempo, parece una enfermedad de quita y pon, sin importancia.

Dios mío!! Lo que me ha hecho sufrir a mí esta enfermedad. Puedo decir sin dudarlo que personalmente ha cambiado mi forma de ser en todos los sentidos. No soy la misma que antes de que le diagnosticaran la alergia a mi hijo.
Probablemente sea mejor persona: más paciente, más comprensiva, más tolerante; pero también me ha dejado un pozo de tristeza: tantas discusiones, tanto estrés... todo es difícil de olvidar. No puedo olvidar, aunque mi hijo, a día de hoy, haya superado su alergia.

Foto | Moskito7


Alergia Leche: Muchos cambios

Estoy de vuelta. He estado mucho tiempo sin escribir en el blog pero, pese a lo que pueda parecer, no he dejado de pensar en la alergia de mi hijo a las proteínas de leche de vaca.
Ha habido muchos cambios y todos a mejor.

A continuación, os contaré lo que me ha ocurrido, pero tened presente que sólo soy una madre, sin conocimiento médico alguno. Siempre debeis seguir el consejo de vuestro médico.

Todo empezó cuando recibimos por correo los resultados de la última revisión de la alergia. Ya os comenté que en nuestro hospital (público) siguen ese procedimiento: no hay cita con el médico para que te explique los resultados, te lo ponen por escrito junto con el tratamiento y la nueva cita de revisión.
Para ellos será muy práctico y evitará tiempo, pero para un padre es desolador. Encontré la carta en el buzón y la abrí palpitándome el corazón.
Resultado: Continuaba con diagnóstico de alergia a la leche y con tratamiento de exención de lácteos y derivados. Próxima consulta en 6 meses.
Los datos del análisis sanguíneo (CAP) eran los mismos que desde hacía dos años: Leche de vaca clase 2 (positivo) y proteína BSA clase 1 (débil positivo). En cuanto a ALA, BLG y caseina negativo.

Con estos resultados, hace dos años le hicieron una provocación superada (aunque reapareció la alergia a la semana posiblemente por no seguir una ingestión adecuada de leche).
Pues llevo dos años con los mismos resultados y no le han hecho ninguna provocación más.

Nunca creí en el instinto, pero desde que tengo un hijo alérgico empiezo a pensar que el instinto de una madre es algo único e irremplazable.
Mi instinto me llevó a descubrir la alergia de mi hijo y ahora, me ha conducido a una situación nueva.
Me planté frente a mi marido y le dije: "Esto no puede continuar así, con esta pasividad. Cuanto más tiempo pasa, más complicado es que se cure. Tenemos que ser proactivos, no pasivos".
Por supuesto mi marido me acusó de creer saber más que los médicos. Mi hijo se trata en un hospital público español de renombre internacional, por lo que su tratamiento para la alergia tiene un respaldo médico total.
Pero algo me decía que no íbamos por el buen camino: ¿podía ser el retraso en la realización de otra provocación una causa de los recortes en el sistema sanitario por la crisis económica que estamos sufriendo?.

Un día lo ví claro, no podía seguir esperando y fuimos a una clínica privada de reconocido prestigio en alergias.
Mi opinión sobre la medicina privada no es buena. Se rigen por criterios económicos y conozco varios casos de problemas médicos por falta de medios frente a un hospital público.
Sin embargo fuimos. Nos pidieron realizar las pruebas de alergia nuevamente (cutáneas y sanguíneas) y, sin indicar nosotros nada, nos aconsejaron acometer una nueva provocación de ingestión de leche.

A la semana estábamos en un hospital privado realizando una provocación que sólo duraría un día. Todo fue perfecto. Al acabar la mañana nos mandaron a casa con diagnóstico de alergia a las proteínas de leche superada. El coste total del procedimiento sin seguro privado en torno a los 200 euros.

Sólo ha pasado una semana de aquello y, después de mi experiencia hace dos años (provocación superada y posteriormente reaparición de alergia), no creeré que lo hemos superado hasta que no pase un tiempo prudencial.

En todo caso, desde entonces cada día mi hijo consume dos vasos de leche y creo que es el comienzo de una hermosa nueva etapa, para él y para todos nosotros. Vislumbrar el fin de este tortuoso camino me llena de felicidad.

Actualización: Como sois muchos los que me habéis preguntado el nombre de la clínica privada, os lo comento. No lo hice antes para que no pareciese que hacía publicidad o condicionaros de alguna forma. Se trata de la Clínica Ojeda en Madrid.

Foto | AJ Ashton

Alergia Leche: Importancia de pruebas de alergia

He leído un artículo en el periódico sobre la utilidad de las pruebas de alergia alimentaria y he pensado en hablar sobre el tema de nuevo.

Cuando hablo de las pruebas médicas me refiero tanto a los test cutáneos (PRICK) como a los análisis sanguíneos (CAP) para medición de niveles de IgE (son las dos pruebas que se realizan de forma standard en España).

Lo he comentado varias veces, pero nunca está de más recordar que los resultados de las pruebas alérgicas no son concluyentes, sino orientativos.

Esto es, un niño puede dar positivo en las pruebas de alergia a las proteínas de leche de vaca pero no presentar ningún síntoma cuando ingiere leche de vaca. Si suprimimos un alimento que no le causa daño, le estaríamos haciendo un daño mayor, aunque las pruebas hayan sido positivas.

Sólo un médico alergólogo, con el estudio de la historia clínica del niño (reacciones alérgicas y síntomas tras la ingesta), junto con las pruebas de alergia, es capaz de establecer un diagnóstico.

Decía el gran médico Gregorio Marañón que la mejor herramienta diagnóstica era una mesa, una silla y un papel para realizar una correcta historia clínica.

Si nos dedicáramos a realizar pruebas de alergia alimentaria a todos los niños, saldrían muchos resultados positivos en niños para los que no supone ningún problema la ingestión del alimento alérgeno.

Es obvio que las pruebas de alergia sirven de ayuda al diagnóstico para el médico, así como para establecer la evolución de la enfermedad. Pero no son determinantes para indicar que el niño padece alergia alimentaria.

Aunque las pruebas en piel y en sangre diesen negativas, sólo una prueba de provocación oral (ingestión directa del alimento) es capaz de determinar si el niño es o no alérgico alimentario.

Hay niños alérgicos que con el tiempo consiguen tolerar la ingestión de leche de vaca, pese a que sus pruebas cutáneas y en sangre se mantienen positivas.

Hoy en día, se busca que los niños puedan alcanzar la tolerancia a la leche de vaca para llevar una dieta normal. 

En última instancia, no se busca la curación completa de la enfermedad, sino al menos la tolerancia de una cantidad suficiente de leche para que su vida no sufra excesivas restricciones alimentarias.

Os recomiendo la lectura del artículo en este enlace.

Foto: MoSelf

Alergia Leche: Más dermatitis

He hablado varias veces sobre la Dermatitis atópica en pacientes alérgicos, una enfermedad crónica de origen inmunológico. Podeis leer los artículos con el buscador del blog abajo a la derecha, pero os dejo una entrada aquí: Dermatitis y APLV

Hoy os traigo un fantástico video sobre la Dermatitis atópica dirigido especialmente a los niños que la padecen, hecho por la Asociación Familiares y Pacientes de Dermatitis atópica (ADEA). No os lo perdáis más abajo, es un trabajo excelente.

Por otra parte recordaros que esta asociación realiza periódicamente sesiones gratuitas de información sobre la Dermatitis. En concreto, si vivis en Madrid (España) mañana lunes 28 de mayo 2012 se realiza una en el Hospital Universitario Sofia a las 17:30. La entrada es gratuita, aunque es mejor pedir previamente una entrada. El temario de la sesión (muy interesante) lo teneis detallado más abajo después del video.


"Álex, ¡no te rasques!" Álex tiene Dermatitis Atópica. Ha empezado sus vacaciones un poco desanimado por la aparición de un brote en su brazo. Un increíble personaje: Glupi, le va a ayudar a conocer más sobre su enfermedad. Juntos descubrirán cómo es la piel atópica, cómo cuidarla y cómo prevenir los brotes, en una divertida y fantástica historia. ¿Te animas a verla?

PROGRAMA JORNADA FAMILIARES Y PACIENTES DERMATITIS ATOPICA
28 de mayo 2012 - Hospital Universitario Infanta Sofía de Madrid (España)

17: 30 - 17: 45 h - Recogida de documentación y presentación. Dras Díaz, López-Barrantes y Rubio (Servicio de Dermatología).
17: 45 – 18:00 h - ¿Qué debemos saber los padres de la dermatitis atópica? Dra. Rubio Flores (Servicio de Dermatología).
18:00 - 18:15 h - Manifestaciones extracutáneas de la atopia. Dra Reche Frutos (Servicio de Alergología).
18:15 – 18:30 h - Consejos sobre higiene, hidratación y alternativas al rascado en pacientes con dermatitis atópica. Dra. López-Barrantes González (Servicio de Dermatología).
18:30 – 18:45 h - Presentación de ADEA (Asociación de Familiares y Pacientes de Dermatitis Atópica). Sr. Almeida (ADEA).
18:45 - 19:15 h - Comentarios y preguntas de los asistentes. Dra. Díaz
19:15- 19:30 h - Conclusiones y cierre del acto. Dras. López-Barrantes, Reche y Rubio (Servicio de Dermatología y Alergología).

Alergia Leche: Trazas pero ¿sí o no?

Una traza de un alérgeno es una cantidad muy pequeña de un alérgeno alimentario contenida en un producto. 

Aunque un producto no contenga ningún derivado lácteo en su composición, puede ser que durante el proceso de fabricación y manipulación, en la propia fábrica, el producto “se contamine” con un alérgeno.

Bastantes fabricantes son precavidos en exceso y colocan el rótulo de “Posibles trazas de leche” en todos sus productos sin discriminación. Eso limita aún más al paciente alérgico por la dificultad de encontrar productos aptos.

Algunos niños alérgicos a las proteínas de leche de vaca son tan sensibles que pueden sufrir reacciones alérgicas sólo con consumir productos con trazas de leche. Otros en cambio, no muestran ningún síntoma aparente.

En un post anterior, os comentaba cómo los alérgicos a la leche tenían que evitar las trazas, como parte de su tratamiento para la curación. Eso es lo que me transmitieron a mí en la consulta de mi alergólogo.

Pero con el tiempo, he descubierto que el tema de la evitación de las trazas es uno de los asuntos más controvertidos en la alergia alimentaria.

He recibido este interesante comentario de una madre de niño alérgico:
"Me surge una duda: dices que el contacto con cualquier cantidad de lácteo retrasará la curación de tu hijo, pero, sin embargo, mi alergóloga me recuerda en cada visita que mantenga las trazas que mi hijo tolere y que no "me obsesione" con no darle un beso si yo bebo leche, es decir, con evitarle el contacto cutáneo a toda costa, y eso que mi hijo sí tuvo una reacción anafiláctica cuando tenía 13 meses...
¿Es posible que nuestros médicos manejen fuentes diferentes? ¿Te suena esto que te estoy contando? La verdad es que "te oigo" decir eso y me inquieta, porque me planteo si quizá nuestra doctora estará pecando de osada en neustro caso..." Diana

No parece haber unanimidad en este tema: unos médicos dicen que hay que evitar las trazas del alérgeno y otros que si el niño las tolera, puede consumirlas.

No soy médico pero puedo entender las dos posturas:
  • Opción Evitación total de trazas de alérgeno: El alérgeno leche daña al cuerpo y su ingestión, aunque no produzca daños visibles, produce daños interiores que hacen retrasar la curación.
  • Opción Consumo de trazas de alérgeno: En la actualidad, los programas de Desensibilización o Inducción oral a la tolerancia para alérgicos alimentarios se basan en el consumo continuado de pequeñas cantidades del alérgeno. Si un niño tolera las trazas, puede que con el tiempo y su consumo continuado, se habitúe al alérgeno y no lo considere como “enemigo”.  

Francamente, desconozco qué opción es la mejor.

Sólo me queda remitiros al fantástico artículo que escribe otra madre de niño alérgico APLV en su blog Mi menú sin leche, donde explica con detalle la opción que escogió ella por indicación de su alergólogo: la evitación completa de trazas de leche. 

Ojalá con el tiempo haya un acuerdo completo sobre este tema.

Foto: doctormo

Alergia Leche: Llega otra revisión


Se aproxima nuevamente la fecha de la revisión de mi hijo para su alergia a las proteínas de leche.

Todas las veces anteriores me encontraba bastante entusiasmada con la idea de que los resultados de las pruebas nos dieran un diagnóstico de superación de su alergia.

Pero esta vez no sé qué me ocurre. Han sido tantas las decepciones, tantas las veces que he visto tras el Prick/Rast cutáneo cómo los habones de su brazo empezaban a crecer, tantas veces de resultados en sangre negativos… creo que esta vez ya no soy capaz de albergar el optimismo.

Y no quiero oir nada sobre estadísticas de un 80% de curación de alergia alimentaria antes de los 4 años… como siempre les debe pasar a los otros.

De hecho, he empezado a imaginar cómo será la vida de mi hijo de adulto con alergia a las proteínas de leche de vaca. Le he imaginado con 30 años tomando café sólo sin leche y leyendo las etiquetas de los productos cuando compre en el supermercado. Es duro pensar que no lo superará, pero es que estoy convencida que aunque llegue a tolerar la leche de vaca, este alimento siempre va a suponer un problema en su dieta.

Llevarse por el pesimismo no es bueno, pero tampoco creo que sea lo mejor que a los padres de alérgicos alimentarios se nos cuente que esto es una enfermedad normalmente pasajera, liberándola así de carga emocional.

Os cuento que mi hijo, tras meses y meses de dieta exenta de lácteos, superó en el hospital una provocación a la ingestión de leche de vaca y que nos mandaron a casa con un diagnóstico de “Alergia superada”.

El problema surgió una semana después cuando su cuerpo volvió a generar anticuerpos y reaparecieron los síntomas de alergia: vómitos, hinchazón cutánea. Y de vuelta corriendo al hospital… hasta hoy.

Así que durante una semana sin alergia fuimos libres, en el sentido completo del término: libres para comer lo que queríamos, para salir a un restaurante, para no estar lavándonos de continuo… libres sin que el niño se sintiera diferente a sus amigos.

Comprenderéis el bajón emocional tras una semana de libertad con la vuelta a las restricciones alimentarias por la alergia.

Por eso a día de hoy, me cuesta albergar esperanzas. Es doloroso ver transcurrir el tiempo sin que mejore su alergia.

Os contaré qué resultados obtenemos esta vez. A lo mejor me equivoco y conseguimos superar esta alergia.

Foto: SRD

Alergia Leche: Viñeta

Cortesía de Tyffany Glass Ferreira | Más información en www.foodallergyfun.com

Con el cuidado de los niños, todo el mundo se atreve a dar consejos a los padres. 
Y si eso es de por sí normal con las cosas cotidianas, se vuelve aún más irrisorio con la alergia alimentaria: todos quieren aconsejarte sobre el tema de la alergia, cuando poca gente tiene conocimientos.

A esta viñeta en clave de humor, yo le añadiría dos preguntas más que la gente me suele hacer cuando explico que tengo un hijo alérgico a la proteína de leche de vaca (APLV).

La primera pregunta: ¿Es eso del gluten? ó ¿Es eso de la lactosa?

Y la segunda: Pero por un poco de leche no le va a pasar nada, ¿no? ¿Y si se lo vas dando poco a poco en tu casa? 
(Aprovecho para desaconsejar del todo esta opción: la ingestión de un alérgeno sólo puede hacerse en un centro hospitalario bajo control médico. Los riesgos son muy altos, incluso de fallecimiento).

Francamente a veces uno ya no sabe si reir o llorar.

Alergia Leche: Ternera ¿sí o no?

Muchos niños alérgicos a las proteínas de leche de vaca (APLV) no pueden consumir ternera.

No es mi caso. En todo este tiempo de tratamiento de la alergia de mi hijo, he preguntado en dos ocasiones a su alergólogo si podía consumir ternera y las dos veces me ha contestado lo mismo: Puede consumir ternera sin problema.

En todo caso, siempre hay que seguir las indicaciones de vuestro alergólogo, pues sólo él conoce todo el historial clínico y el mejor tratamiento para vuestro caso en particular.

Sin embargo hoy, pese a que seguiré las indicaciones de mi médico, hay cosas que no me cuadran nada y a lo mejor entre todos aclaramos este tema.

A día de hoy, en la prueba de RAST (análisis de sangre) que hacen a mi hijo, donde se detectan los anticuerpos específicos o inmunoglobulinas E (IgE) de las proteínas de la leche, sólo sigue dando positiva la proteína SEROALBUMINA BOVINA (BSA) del grupo de proteínas que investigan.

Sé que la leche posee más de 40 proteínas y que todas pueden actuar como alérgenos. La prueba RAST sólo comprueba unas cuantas de ellas (imagino que las más importantes), por eso entiendo que mi hijo puede ser alérgico a otras que el test no revela, no solamente a la BSA.

Sin embargo, cuando investigo sobre esa proteína SEROALBUMINA BOVINA (BSA), me encuentro que va asociada a la leche de vaca y a la ternera.

Este texto aparece en la web de la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergica Pediátrica S.E.I.C.A.P. con fecha Marzo 2012:

¿Por qué se produce la alergia a leche de vaca?

Las tres principales proteínas de la leche son la caseína, la alfa-lactoalbúmina y la beta-lactoglobulina. Están en la leche líquida y en todos sus derivados, pero no en la carne de vacuno.

Otro grupo son la seroalbúmina o albúmina sérica bovina, la lactoferrina, diversas inmunoglobulinas, y otras. Estas últimas están en la leche y en la carne de vacuno.

Se puede tener alergia a una sola proteína o a varias. Si se tiene alergia a proteínas del segundo grupo, no se puede tomar leche, ni derivados, ni carne. Si la alergia es a cualquiera del primer grupo, pero no del segundo, no se puede tomar leche ni derivados, pero sí que se puede tomar carne, que es lo que pasa en casi todos los casos.

[El texto íntegro puede consultarse aquí]

A mi entender lo dejan claro: si se tiene alergia a la SEROALBUMINA BOVINA (BSA) (proteína del segungo grupo) no se puede tomar ni leche ni carne de ternera. Sin embargo mi alergólogo me permite darle ternera para comer. ¿Por qué será?

No sé si nuestro alérgologo sigue algún tipo de criterio de que si toma ternera sin producir reacción, puede seguir tomándola pese a tener anticuerpos BSA (de hecho tener un anticuerpo a una proteína no implica necesariamente reacción, puede tolerarse sin síntomas). ¿Pero eso facilita su curación?

En resumen, que no me cuadra que dando positivo a la proteína SEROALBUMINA BOVINA (BSA) le permitan tomar ternera. ¿Cuál es vuestra experiencia?

Imagen | johnny_automatic

Alergia Leche: Viñeta

Cortesía de Tyffany Glass Ferreira | Más información en www.foodallergyfun.com

La alergia alimentaria es un problema grave y silenciado en la sociedad actual.

La desinformación es tal que la mayoría de la gente confunde la alergia alimentaria con la celiaquía (alimentos sin gluten). Me pasa a menudo: ofrecen alimentos sin gluten a mi hijo por tener alergia a la proteína de leche de vaca (APLV).

Las estadísticas en España muestran en torno a un 6% de niños con alergia alimentaria: un dato estremecedor teniendo en cuenta que hace 30 años estas alergias eran raras. Ahora no hay clase en un colegio que no tenga un niño con alguna alergia o intolerancia alimentaria. ¿Qué esta pasando?

Hay tantas teorías: la extrema higiene, introducción de lactancia artificial... Nadie tiene respuestas. Mientras tanto, llegan cada día niños al pediatra con problemas digestivos, vómitos, reacciones cutáneas, diarreas... Y muchos tardan meses en ser diagnosticados como alérgicos alimentarios.

¿Qué pasará dentro de diez años? Gracias Tyffany por esta fantástica viñeta.

Alergia Leche: Vamos de cumpleaños


Mi hijo fue invitado a un cumpleaños de un niño de su clase. Es el primer cumpleaños al que asiste con gente que no es “de la familia” y que no conoce su condición de alérgico a la proteína de leche de vaca.

Tuvimos un primer momento de duda, de si merecía la pena ir teniendo en cuenta los riesgos alimentarios evidentes que íbamos a padecer.

Siempre intentamos que el niño no se sienta excluido y como nunca ha sufrido una anafilaxia (sus reacciones alérgicas son cutáneas, vómitos e hinchazón), nos animamos a llevarlo, con la seguridad de que no podríamos de tenerlo todo bajo control.

Cogí la “mochila de la comida” (elemento básico para todo padre de niño alérgico) con su bocadillo, zumo, sus gominolas, caramelos, gusanitos y patatas.

Nada más llegar avisé a los padres anfitriones de la alergia de mi hijo para tenerlos informados. Eso hizo que todos los alimentos que ofrecían a los niños, pasaban primero por mi supervisión para verificar si podían ser consumidos por mi hijo.

Lógicamente la mayoría de lo que había no lo podía comer. Mi hijo era consciente de ello y de hecho no quiso comer nada de nada en toda la fiesta, ni la comida apta para él que yo llevaba. No es muy comilón pero ¿era eso una reacción de cabreo a su dieta restringida?

Tuve dos peores momentos: cuando los niños comían gusanitos con queso y cuando tomaban el sándwich de crema de cacao. Los niños los comían delante de mi hijo y la posibilidad de contacto era alta.

Se metieron todos en una tienda de campaña pequeña, con sus sándwich de cacao dentro y francamente, en ese instante, estuve a punto de impedir la entrada de mi hijo. Pero me quedé paralizaba: estaba poniendo en peligro su salud pero a la vez pensaba en su salud mental, en cómo se sentiría mi hijo si no le dejaba ir a jugar con sus amigos… en sentirse excluido.

Así que cerré los ojos y le dejé jugar con los demás. Probablemente se manchase de alguna forma con el cacao con leche y eso retrase la curación de su alergia. Pero esa fue mi decisión, difícil en todo caso.

Vino un payaso a la fiesta y después de la actuación pintaba la cara de los niños con mariposas o superhéroes. Me dio pereza pero me acerqué a ver la composición de las pinturas de cara. Entre mucho término químico leí lactato o algo parecido, con lo que mi hijo no pudo pintarse la cara.

Le dije a mi hijo que no teníamos tiempo de pintarle la cara, y se pasó todo el camino de vuelta llorando por no habérsela pintado.

La próxima vez tendré que meter en la “mochila de la comida” también pinturas de cara sin lácteos (imagino que existirán pero no sé ni dónde buscarlas).

Estoy contenta de que fuera al cumpleaños pero, francamente, mi sensación como madre es de desasosiego.

A lo mejor soy una exagerada (yo misma intento convencerme de que no es para tanto después de todo lo que hay por el mundo), pero pasarse 2 horas de cumpleaños vigilando a tu hijo permanentemente para que no toque-coma nada con lácteos es más agotador de lo que nadie pueda imaginar.

Foto | Chrisdesign


Alergia Leche: Dr. Tormo (TV3)


Hoy traigo una entrevista realizada en la televisión TV3 en España al doctor Ramón Tormo, una autoridad en alergias e intolerancias alimentarias (2011). Es de larga lectura, pero de verdad merece la pena. Se tratan muchos temas.
Pongo a continuación la transcripción en castellano porque la entrevista está realizada en catalán.

Hoy hablaremos de cómo encontrarnos o sentirnos mejor. Alergias, Intolerancias alimentarias… barriga hinchada, digestiones difíciles…dolor de espalda… leche de soja o de vaca... o ni una ni otra… ninguna… celiacos  y niños que no comen.
Seguro que conocen más de una persona que padecen alguna de las cosas que he dicho o puede ser usted mismo. Bien, hoy os presentamos una autoridad en gastroenterología que además es un gran pediatra, el Doctor Ramón Tormo Carnicer.
Es un apasionado de su trabajo y si para descubrir una intolerancia o una alergia, se tiene que hacer el mismo un invento para su laboratorio no se lo piensa demasiado, se lo fabrica y punto. Es pediatra por la universidad de Barcelona y durante treinta años dirigió la Unidad de Gastroenteorología, pediátrica y nutrición del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. Dicho esto, empezamos.

Entrevistador (E) - Bienvenido Sr. Ramón Tormo, gracias por estar aquí. Ya ha visto que hemos empezado el programa con una canción: “Feeling good” (Sintámonos bien). 
Dr. Ramón Tormo (R.T.) – Muy interesante, sí.
E.- Pero hay mucha gente que tiene uno de estos problemas que yo citaba al principio, dolor de barriga o barriga hinchada o dolor de espalda, o no comer suficiente o no se encuentra suficientemente fuerte, etc. Le hemos invitado a usted porque es una autoridad en todas estas irregularidades, enfermedades… usted nos lo acabará de explicar.   
Dr. Tormo, hay mucha gente que nos quejamos de dolor de espalda de barrigas hinchadas, ¿hay  mucha?
R.T.- Hay mucha gente, por desgracia, que tiene problemas, relacionados con la nutrición, por ejemplo dolores de espalda, como indicaba usted, o bien dolores de huesos… es un motivo de conversación, las vértebras, que si la hernia de disco, etc... y muchos de estos problemas radican en una alimentación incorrecta. Por ejemplo, todos sabemos que el niño cuando nace tiene poca masa o sea, por ejemplo. Si a un lactante le cogemos la mano con la puerta del coche no le rompemos ningún hueso. Llora muchísimo, pobre niño, pero no le rompemos el hueso porque es todavía cartílago, no hay calcio depositado.
Es un hecho importante, vale la pena comentarlo, que la masa ósea al nacer es muy pobre, por eso no se rompe la mano al bebé que le cogemos la manita con la puerta del coche. Que va aumentando a lo largo de la infancia... adolescencia...hasta los 25 años. Y la masa ósea que no tenemos a los 25 años, ya no la tendremos nunca.
Es como el crecer, el niño que tiene un problema de crecimiento y no ha crecido a los 21 años ya le podemos dar lo que queramos, que se quedará bajito, que se quedarán con la altura que tenía. Con la masa ósea pasa lo mismo pero a los 25 años.
Es el tope de lo que dicen los ingleses, el pico de masa ósea.
A partir de los 45 años, las mujeres, desgraciadamente, empezarán a perder un 12 % de masa ósea cada diez años más o menos. Los hombres un 8 %. ¿Qué quiere decir eso? Que el que no ha llegado a los 25 años, con una masa ósea correcta, que va por la banda baja a los 50-55 ya puede tener problema de huesos y osteoporosis, que será muy difícil corregir.
Es fácil de corregir antes de los 25, antes de los 15, pero después será muy difícil.
E.- Quiere decir que el niño que se ha mantenido por la parte baja, que este niño cuando dejará de ser niño, ¿puede tener más fracturas?
R.T.- Sí, y además hay un trabajo publicado no hace mucho en Estados Unidos que los adolescentes que están por el lado bajo, un 10 %,  hacen facturas espontáneas, jugando a fútbol, cayendo de la bicicleta. A parte de que tendrá posibilidades de tener osteoporosis antes. Es un problema muy importante que sepan todos, que la dieta que haremos antes de los 20 años en la adolescencia para la masa ósea tiene una repercusión tremenda para toda la vida.
Entonces la pregunta es: ¿qué podemos hacer para que nuestros niños lleguen a los 25 años con una buena masa ósea y sin problemas de fracturas en la adolescencia y osteoporosis en la edad adulta?
Se ha visto que depende de la ingesta de leche. Si los niños tomasen medio litro de leche de vaca diaria, cubriríamos las necesidades de calcio, también hay calcio en productos vegetales, pero la lactosa azúcar de la leche ayuda a la reabsorción del calcio. Aumenta la biodisponibilidad del calcio, al tomar lactosa, productos que tengan lactosa ayudamos a absorber el calcio. Así que la leche es un buen alimento, lo que pasa es que verdaderamente habrá gente que piense: “A mí la gente me sienta mal y no puedo tomarla, y es verdad!!  Hay mucha gente que la leche no le va bien, y tenemos muchas causas. Una de ellas es que no soporte la lactosa, y eso tiene una razón científica…pues sí. Científica e histórica.
Yo creo que vale la pena que la comentemos, si usted me lo permite. El ser humano tomaba leche del pecho de la madre. Después dejaba de tomar leche el resto de la vida y tomaba carne cruda, vegetales... pero la leche no la probaban. Obviamente la lactasa, que es la enzima que rompe la lactosa, porque recordemos que para absorber un alimento tenemos que romperlo y con el paso molecular entonces lo absorbemos. Entonces la lactosa también se tiene que romper, se divide en glucosa y galactosa. La glucosa es un azúcar doble, y lo que rompe la galactosa en una enzima que se llama lactasa, que estaba alta los dos primeros años de vida y que luego podía permanecer baja toda la vida.
Pero cuando empezó el último periodo inter-glacial, en el cual estamos ahora, 20-25000 años que estamos a punto de acabarlo ahora… (Preparemos el abrigo, porque pronto vendrá el periodo glacial)… Parece que la especie humana, como ya no hacía frío, se reprodujo mucho y la caza resultó insuficiente. Los hombres volvían sin caza y las mujeres que se quedaban con los niños empezaron a ordeñar a las cabras (hay estudios que dicen que la primera leche que tuvieron los humanos fue la de cabra) y es cuando gracias o por culpa de las mujeres, empezó la revolución de la humanidad de nómadas a sedentarios.
Empezaron a cuidar cabras, vacas… obviamente eso provocó un trastorno de dolor de barriga, gases, pero alimentaba  y quitaba el hambre. Tomar leche continuamente provocó una mutación en el gen que codificaba la lactasa que hace que tengamos este martillo que rompe la lactasa y aparecieron humanos anormales que conservaban la lactasa toda la vida.
Y la población actual se mezcla, los que mutaron, los anormales y los que no mutaron, los normales.
E.- Normal sería a los que le baja la lactasa.
R.T.- Efectivamente, y los anormales que mutaron son los que se aprovecharon mucho más de la fuente de proteínas que significa la leche de vaca, son los que mantuvieron la lactasa alta.
Los que tienen baja lactasa, soportan bien el yogur o el queso que tiene poca lactosa.
E.- Esto que usted explica ¿es aplicable a todas las etnias?
R.T.- No a todas, algunas que no han mutado por ejemplo los judíos, árabes, históricamente han tomado menos leche y hay mucha gente de este origen que no le sienta bien la leche por la lactosa, en cambio otras como los sajones, ingleses…esta gente soporta muy bien la lactosa porque históricamente desde mucho tiempo antes ya tomaba leche de vaca, ya sabemos la afición de los americanos de beber leche al llegar a casa o comiendo.
En España estamos a medias. En un trabajo que hicimos un 14% de niños no soportaban la lactosa, y en los adultos puede subir un 30 %.
Hay mucha gente que le va mal con la lactosa y podrían tomar leche sin lactosa, ahora que hay muchas marcas.
E.- La leche sin lactosa, para la gente que es intolerante a la lactosa, ¿contiene todas las propiedades de la leche?
R.T. –Efectivamente, conserva todas las proteínas de la leche de vaca, los diez aminoácidos esenciales (cosa que no dan los vegetales), pero si toman queso y yogur, y si se les controla haciendo estudios de la masa ósea durante la infancia, no tienen por qué tener problemas si el médico está al corriente.
E.- Usted dice que se debe controlar la masa ósea de vez en cuando.
¿Cuántos niños hay en Cataluña que antes de llegar a los 25 años se han hecho un análisis en los que se controla la masa ósea??
R.T.- Yo creo que muy pocos, es una pregunta muy interesante la suya. Y es que el pediatra piensa muy poco en la masa ósea y tendría que pensar un poco más. Ya digo que si tomáramos medio litro de leche al día…
Es como la vitamina D, somos un país de sol y teóricamente sabemos que el sol fabrica la vitamina D cuando nos toca en la piel. En invierno el niño no toma el sol. La Sociedad de la Osteoporosis ha descrito que el 60 % de la población está baja de vitamina D.
E.- Y aquí tenemos sol…
R.T. – Pero tenemos sol en verano. Pero llega noviembre, nos ponemos el abrigo hace frío y la piel no ve el sol hasta la otra primavera.
E.- Pero si aquí tenemos un 60% de carentes de vitamina D, imagínese los nórdicos.
R.T.- No, porque los nórdicos eso lo solucionan porque obligan a los pediatras a dar Vitamina D desde el primer año de vida. Cosa que en España no está oficializada. Yo abogo por que se vuelva a obligar a dar vitamina D a los niños para cubrir esta deficiencia. Y si toman poca leche, sabemos porque hay tantas fracturas y problemas de hueso.
La gente diría: “Pues yo no tomo leche de vaca pero tomo leche de soja. ¿Hago bien?”. Básicamente, la leche de soja  se la considera la caseína vegetal porque lo importante es que las proteínas nos den los 10 aminoácidos esenciales, pero la soja no los tiene, le faltan unos que si tomamos carne se puede compensar.
Lo que pasa es que en Francia, en Suiza, en Alemania, En Túnez, en Argelia, por ejemplo… la soja no se recomienda para los niños pequeños, primero porque le faltan tres aminoácidos esenciales, también porque casi toda la soja utilizada es transgénica (que tampoco pasa nada, a mí no me importa ese tema), y otra cosa es que tiene dos hidratos de carbono que no los podemos asimilar que provoca gases pero sobretodo porque tiene estrógenos vegetales que no es bueno dárselos a un niño. Por eso estos países no recomiendan dárselo a los niños.
E.- Yo - la verdad doctor- estoy asustado. Me preocupo, porque personas como usted, con todo lo que ha hecho y que es una autoridad, digan que a los niños no les conviene tomar soja. Y en cambio te vas a un supermercado y no ves nada de eso. O será que hay otras personas como usted que tienen más peso que usted o que tienen intereses en la industria alimentaria y consiguen que los que dicen que eso no va bien no se escuchen demasiado…o es que si no, no lo entiendo!!!
R.T.-Permítame, no es conveniente la soja para los niños pequeños… primero, segundo año de vida…sino es una soja en polvo diferente, soja en polvo adicionada.
E.- ¿Usted cree que no hay yogures de soja  en el supermercado? ¿Qué hay madres que sin saberlo, les dan esos yogures a los niños?
R.T.- Sí, pero este yogur de tanto en tanto, tampoco pasa nada y si le gusta tampoco pasa nada. A partir de los 3 o 4 años y en edad adulta se puede tomar y en la edad menopáusica sería hasta recomendable, porque contiene estrógenos.
Los niños pueden tomar leche de soja especial, aunque siempre que puedan tomar leche de vaca, mejor.
E.- Pero hay médicos que son vegetarianos que desaconsejan de todas, todas que se tome leche de vaca. 
R.T.- Bien, yo estoy en contra de eso. Hay gente a la que le puede sentar mal la leche de vaca, efectivamente, por lo que hemos hablado de la enzima de la lactasa, o el que tiene alergia a la proteína de la leche de vaca, pero el que no tiene alergia demostrada, para el que tiene la lactasa correcta, es un excelente alimento la leche de vaca y también puede tomar leche de soja. Me molesta que se diga que somos el único mamífero que toma leche de otro mamífero  y después de destetarnos.
Pero también somos el único mamífero que cocina con los alimentos, que los preparamos, que pensamos.
Sí, leche de soja, sí leche de vaca. Pero vigilando y no poniendo mala fama a la leche de vaca. Las vacas nos ayudan mucho y hasta Viva la vaca!!
Lo mejor que podemos hacer es tomar la leche del pecho de la madre, los 6 primeros meses de vida y quien quiere más, más. Si no le puede dar el pecho, leches modificadas o de inicio.
El problema se plantea con la alimentación complementaria a partir de los 4-6 meses de vida, que es lo que no es leche. Aquí hay más peligro de meter la pata, dar un poco de vitamina D a partir de los 6 meses, un poco de hierro, estaría bien incluso antes de los 5 meses.
Pero muchas madres estarán pensando, yo le di la leche a mi bebé y se puso rojo… e hizo alergia y otra dirá, el mío también, y el mío también… Bien, es verdad que hay problemas con la leche. Las alergias e intolerancias alimentarias han aumentado muchísimo, no veíamos tantas como se veían antes. Hablo de niños y en general.
Porque quizás, todo es bueno y es malo, la teoría de la higiene es una de las muchas teorías y que tiene mucha razón y en los países en vías de desarrollo no tienen los problemas de intolerancia que tenemos aquí. ¿Por qué aquí sí y allí no?? Antes éramos más sucios y ahora no, ahora hay más higiene.
Ahora los niños tienen una higiene impecable, si tienen una infección por bacteria… antibióticos enseguida. Entonces hay unas células que evolucionan con una inmunidad y otras (IgE) que favorecen la aparición de la alergia. Antes cuando éramos más sucios, generábamos más de inmunidad que de las que generan alergia.
E.- Esto de las alergias, ¿no será porque hoy en día se comen muchas más alimentos refinados que antes?
R.T.- No, yo creo que eso no importa. Yo creo que es la alergia y que tenemos el intestino grueso muy estéril para la limpieza y puede ser que comamos menos fibra que antes. En esto le doy un poco la razón a los vegetarianos, al comer más fibra aumenta las bacterias buenas, estas bacterias fermentan la fibra y provoca unos gases que alimenta el colon . Enfermedades tipo Chron se ha visto que se pueden provocar por falta de fibra.
Un japonés ha visto que dando probióticos aumentamos esta protección (inmunidad celular) y disminuimos la de los IgE. Ensuciamos el intestino con suciedad limpia. Como aumentando la fibra. Aumentando los vegetales y tomando probióticos.
Esto justifica muchos dolores de barriga, vómitos, si les damos más vegetales, más probióticos, disminuiremos estas manifestaciones.
(…)
E.- para ir acabando, todo esto que usted está hablando ahora y ha hablado antes, me hace pensar en unos análisis que últimamente se hacen y que por cierto son muy caros y que se detectan si eres intolerante a algún alimento. ¿Sirven para algo estos análisis?
R.T.- Los test de intolerancia alimentaria, que están basados en los anticuerpos IGG, a mi criterio, sirven para poco. Los que sí sirven para las alergias son los de IG y anticuerpos IG específicos, que puede ser las personas que nos escuchan no acaben de entenderlo. Pero los test de intolerancia alimentaria me permito ser un poco escéptico.
Los que se basan en anticuerpos específicos es más fidedigno para saber lo que le pasa a la persona. Lo que pasa es que lo que puede provocar molestias intolerancias son muchas causas, por ejemplo, no sé … las cándidas… hay dietas mal hechas, poca fibra, mucha pasta, mucha azúcar, puede provocar gases, etc… Y no una intolerancia a un alimentos determinado.

[Quiero agradecer a Foody por darme la pista de esta entrevista y proporcionar información de interés para los alérgicos alimentarios]

Alergia Leche: Bebida sustitutiva

Uno de los problemas a los que se enfrenta un padre con un hijo alérgico a la proteína de leche de vaca es cómo sustituir la leche de vaca en su alimentación.

Hasta los 2 años, el problema está resuelto pues el médico indica la fórmula preparada de farmacia para alimentar al bebé.

Sin embargo, a partir de los 2 años, en general se considera que el niño deja de ser bebé y puede empezar a realizar una alimentación “normal”. Ya vimos el problema que suponía el fin de la subvención de la leche adaptada para alérgicos en España en este otro artículo.

Hoy quiero volver al tema de las bebidas comerciales “sustitutivas” de la leche de vaca, siempre para niños mayores de 2 años (o más).

En primer lugar, una cosa que tiene que quedar clara para cualquier padre de niño APLV es que no existe una bebida que sustituya a la leche de vaca. Esta leche tiene propiedades propias que no se encuentran en ninguna otra bebida del mercado.

En cuanto al calcio (la gran preocupación), los especialistas hablan de que es posible obtenerlo por muchas otras vías, como vimos aquí
A día de hoy, a mí al menos, me resulta complicado dar a mi hijo vegetales con hojas verdes, lo que más calcio tiene, y no le doy almendras (muchísimo calcio) por el riesgo de sensibilizarlo a los frutos secos y sumemos otra alergia. Aunque el tema de las latas de sardinas ha resultado mucho mejor de lo que esperaba y el niño las consume (increíblemente) sin problemas (comiéndose la espina que es lo que tiene más calcio), aunque yo paso un buen momento de estrés.

Volviendo a las bebidas, es necesario tener una bebida que, aunque no sustituya nutricionalmente a la leche de vaca, pueda “hacer las veces de”, es decir, se use cuando uno usaría leche de vaca: cereales con leche, vaso de leche con cacao, yogures, arroz con leche...

Todos sabéis mi animadversión a la bebida de soja. Me plantea muchas dudas y no me siento segura con su consumo. 

A partir de los 2 años de edad del niño, seguí con la fórmula hidrolizada, pagándola de mi bolsillo.

A partir de los 3 años, he optado por la leche de avena enriquecida con calcio y vitamina D. He encontrado una marca relativamente bien de precio (1,60 euros) en vez de los 3 euros por litro que suelen costar este tipo de bebidas, incluida la de arroz.

En una reciente entrevista, el doctor Raul Tormo Carnicer, una autoridad en alergias e intolerancias alimentarias, consideraba a la leche de soja (en formato de bebida comercial, no la de farmacia) no apta para niños hasta los 3 o 4 años.

En el Blog Menu sin Leche, otra madre bloguera con hijo alérgico a la proteína de leche de vaca ha tratado este tema tan complicado de las leches vegetales, hablando de todas ellas: soja, avena, arroz...
En su caso, es partidaria de optar por la bebida de soja, siempre dentro de un consumo moderado de menos de un litro al día. También habla de las controvertidas isoflavonas de soja. Os dejo este enlace para su lectura, para que estéis informados de todo tipo de opiniones antes de optar por la solución que consideréis mejor para vosotros, con la orientación de vuestro médico. 

Como os dije, en mi caso apuesto por la avena (aunque estoy hecha un verdadero lío) y la soja está presente en la alimentación de mi hijo en los yogures, siempre de forma puntual. 

Fuente | Menu sin Leche Bebidas vegetales
Foto | ArtFavor

Alergia Leche: Viñeta

Cortesía de Tyffany Glass Ferreira | Más información en www.foodallergyfun.com

Cada día estoy me doy más cuenta de que la alergia alimentaria de mi hijo ha traido a nuestra familia una dieta sana y saludable.

Evitamos los alimentos precocinados, los envasados con colorantes, conservantes u aromas, la repostería industrial y alimentos altamente calóricos como los helados.

Ya hablamos de ello en Cosas positivas de la alergia alimentaria.
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