Cuando un hijo padece una enfermedad - en este caso una alergia alimentaria-, los padres siempre nos preguntamos si hubo algo que hicimos mal.
En los niños alérgicos a la proteína de leche de vaca (APLV), la administración de biberones de leche artificial de forma puntual junto a la lactancia materna es un factor de riesgo para padecer la enfermedad.
Por eso, cuando me dieron el diagnóstico de la alergia, me culpabilizaba por haber dado a mi hijo varios biberones ocasionales mientras seguía con lactancia.
Me culpabilizo por no haber dado importancia a su vomito tras un biberón de leche, cuando mi sexto sentido me decía que algo iba mal. Todos me decían que no exagerara, que le habría sentado mal. Seguí con lactancia materna, obviando el problema y retrasando un necesario tratamiento para su alergia a la leche.
Luego, con el diagnóstico ya en la mano, cuando el niño sufría una reacción por comer un alimento, me culpabilizaba por haber cometido el error de no confirmar con el fabricante la ausencia de contaminación de lácteos, pese a que en la etiqueta no figuraba nada.
En los primeros meses tras el diagnóstico, estaba perdida con la alimentación de mi hijo... no encontraba nada que fuera apto para su alergia. Encima mis aptitudes en la cocina son nulas por lo que entre que cocinaba mal y no sabía qué darle, lo cierto es que el niño estaba muy delgado. Me siento culpable por aquello.
A día de hoy, sigue delgado y con poco apetito y a veces pienso que no soy capaz de darle una alimentación con la que disfrute pese a su alergia.
Intento superar esas sensaciones pero no es sencillo. Es como si permanecieran arraigadas dentro de uno.
Por casualidad, encontré el blog de Natalia, una madre chilena de trillizos prematuros. Dos de ellos padecieron alergia alimentaria severa pero no es eso por lo que hablo de su blog. En este enlace imprescindible http://reflexionesmadrepsicologa.blogspot.com/ podréis descubrir a una madre increible que ha afrontado con amor, valentía y coraje las necesidades especiales de sus hijos. Su historia de superación es emocionante. También ella se sintió Evaluada y Culpable aquí .
Yo también me siento culpable. Culpable por no saber que sus vómitos eran alergias. Culpable porque una vez que supimos de la leche seguí sospechando que era a algo más (y era al huevo). Culpable porque come fatal y porque parece un pajarito de lo delgada que está. Culpable porque me da miedo darle alimentos nuevos. Culpable porque con alergia al huevo, leche, frutos secos, marisco, ternera, ¿legumbres?, ¿pescado? no sé qué darle de comer.
ResponderEliminarEntiendo tu situación.
ResponderEliminarCuanto tu hijo sea mayor, estoy segura que valorará enormemente todo el esfuerzo que haces para superar su alergia.
Hola, soy madre de un niño de 4añitos con APLV desde el nacimiento (le dieron un biberón de fórmula porque hubo un problema y tardarón algo más de 2 horas en dármelo. Yo he seguido con lactancia materna hasta los 39 meses. Pero por supuesto al principio sin saber que yo tampoco podía tomar lácteos. A los 2 añitos le diero el alta en digestivo ( porque su reacción era vómitos y diarreas) lo cuap nos complicó mucho com empeoramiento del sistema respiratorio con contínuas bronquitis y neumonías( sin saber que era debido a ello). En el cole tiene un menú supuestamente para alérgico a aplv y en casa somos muy estrictos con su alimentación, pero sigue cogièndolas. La verdad es que estoy fatal porque no.se dónde estoy fallando. Ya no sequé hacer
ResponderEliminarHola Eli. La sensación de desesperación nos acompaña siempre a los padres en este duro viaje: evitar el contacto y la ingestión de leche es un estrés muy fuerte... es difícil poder controlarlo todo y enseguida aparecen sentimientos de culpabilidad y agotamiento.
ResponderEliminarÁnimo que cada día que pasa seguro que estamos más cerca de superar la enfermedad.