Esta semana TodoAlergias nos traía una investigación realizada por Hospitales de la Universidad de Leicester (Reino Unido) donde la alergia a los frutos secos era considerada por muchos como "un capricho frívolo" con objeto de "llamar la atención".
Quienes convivimos con alergias sabemos que eso no es así: La dureza de llevar una dieta exenta de lácteos, la incomprensión de los que nos rodean y la posibilidad de una reacción grave por un contacto accidental hacen que el día a día con un alérgico sea, en ocasiones, agotador, física y psicológicamente.
Sin embargo, mi hijo ha padecido recientemente una enfermedad grave no relacionada con la alergia. ¿Qué ha supuesto esto para mí?
Pues, aunque no debería decirlo, ha significado que considere la alergia a la leche como el menor de mis males (aunque mi hijo alérgico nunca ha sufrido una anafilaxia, por lo que mi situación es más leve que en otros casos).
Quiero decir que, realmente, cuando te encuentras de cara con otras cosas que pueden suceder, pues esta enfermedad de la alergia parece un golpe de la vida, pero afortunadamente superable.
Es el tema de siempre: ¿Ves la botella llena o medio vacía? Cuando salía con los resultados positivos de los análisis de alergia tras una revisión, me quedaba hundida varios días. Pero ahora con el reciente problema médico de mi hijo, lo considero algo que puedo afrontar.
No quisiera herir vuestra sensibilidad trivializando el problema de alergia (de hecho, la idea del blog precisamente es destacar e informar sobre esta alergia).
Sólo quería reflexionar sobre cómo el mismo problema puede verse desde ópticas diferentes, según el estado de ánimo, las experiencias previas o la situación que atravesemos.
No deberíamos perder el tiempo en lamentaciones sobre la alergia de nuestros hijos, sino en aprovechar cada minuto que pasamos junto a ellos y demostrarles que es posible superar las adversidades que nos presenta la vida. Voy a ver si yo lo consigo...
Image Credit: NASA |
Fuente | Imprescindible Todo Alergias "Perjuicios e incompresión ante las alergias alimentarias"
Buenas noches,
ResponderEliminarTotalmente deacuerdo, como ya he comentado, mi hijo también tiene una alergia moderada y, desgraciadamente, hay cosas mucho peores.
Yo trato de ser positiva y pensar que la superaremos.
Espero que tu hijo se recupere pronto, no hay pena más grande que la que trae su causa en el sufrimiento o padecimiento de un hijo, sea cual sea el motivo.
Animo! un abrazo,
Gracias Blanca por tus palabras. Efectivamente los hijos son el motor de nuestra vida: nos enseñan más que nosotros a ellos.
ResponderEliminarNo hay más que ver cómo afrontan los niños sus alergias, ¡con qué madurez y siempre con entusiasmo!
Hola,
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo. Yo tengo 31 años y soy alérgica a la leche.
Realmente, es mucho más llevadero que otro tipo de enfermedades, pero también es muy peligroso. Te explico por qué:
Con 16 años, ingerí por error un alimento que contenía leche y yo no lo sabía. Sufrí un shock anafiláctico con parada respiratoria. Durante los dos primeros días estuve al borde de la muerte en varias ocasiones, ya que mis pulmones se vieron muy dañados. Estuve 9 días en coma y mi recuperación fue dura y lenta.
Pero también he de decir que llevo una vida prácticamente normal, únicamente he de mirar detalladamente todo lo que como y por precaución nunca como en restaurantes. Siempre tengo miedo a que me pueda pasar otra vez una reacción de ese tipo, pero con las precauciones necesarias no hay que temer nada.
Espero que mi aporte sea positivo para las personas que sufren este problema.
Un saludo y ánimo!
Pues tu aporte sí que es positivo. Que digas que llevas una vida prácticamente normal es admirable, cualquiera viviría lleno de miedos.
ResponderEliminarEs verdad que una enfermedad alérgica no debe ni puede condicionar una vida tan valiosa como la que tenemos. Gracias