Estoy convencida de que los niños entienden todo, por pequeños que sean. El niño alérgico tiene que conocer desde el principio su alergia porque él es el que mejor gestionará la evitación del alérgeno.
No es una buena opción ocultárselo para que no se sienta diferente. Quizá no podráis evitar que ponga cara triste cuando vea comer a su alrededor a otros niños helados y bollos. Pero probablemente se haya olvidado a los 5 minutos. Los niños no dan tanta importancia a las cosas como los adultos.
Hay que intentar tratar el problema con naturalidad y contárselo a sus hermanos y amigos, que os aseguro participarán encantados en no dar nada al niño que le ponga enfermo.
La pequeña venganza de mi hijo alérgico a la leche es que a veces señala su propia comida y le dice a sus hermanos: "Tú no puedes de esto".
¿Cómo asumen vuestros hijos la alergia a la leche?
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