En líneas generales podemos decir que un niño alérgico a la leche suele vomitar mucho, tener ronchas en la piel, no ganar peso, tener diarreas frecuentes y llorar a menudo.
Esos síntomas pueden darnos algunas pistas para detectar la alergia pero los síntomas son infinitos y no siempre graves.
Ante cualquier sospecha acudir en primer lugar al pediatra, que probablemente os derive al alergólogo.
Siempre confiad en vuestra intuición si véis que algo no va bien. Algunos médicos consideran que los vómitos son ocasionados por el reflujo gastroesofágico como vimos aquí y no le dan importancia.
La alergia debe ser tratada cuanto antes para unos mejores resultados. Es vital detectarla a tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario