En los años 40, Margaret Rudkin, un ama de casa de Connecticut (EEUU) y madre de 3 niños, descubrió que su hijo pequeño era alérgico al pan industrial que contenía conservantes y otros ingredientes artificiales.
Las múltiples alergias del niño le impedían consumir la mayoría de los alimentos que encontraba en los comercios. Siguiendo los consejos del médico, Margaret basaba la dieta del niño en productos naturales y mínimamente procesados.
Un día Margaret decidió hornear su propio pan fresco completamente natural, apto para su hijo alérgico, con trigo integral y sus vitaminas y nutrientes intactos. Se trataba de una receta de su abuela que adaptó a sus necesidades. Margaret nunca había hecho pan antes y ella misma explica cómo sus primeros intentos fueron malos: el pan le salía duro e incomible. Pero no despesperó y mediante "prueba y error" consiguió un pan delicioso que gustó a todos. Había inventado el pan que hoy denominamos "pan de molde".
Animada por su familia y por el doctor de su hijo, montó un pequeño negocio para vender su pan con la marca "Pepperidge Farm" a los tenderos locales. Eso sólo fue el comienzo. A partir de entonces, la empresa fue creciendo y hoy en día factura más de un billón de dólares, manteniendo su compromiso en la calidad de los ingredientes.
El pan es un producto habitual en nuestra dieta. Hemos hablado varias veces de la dificultad de encontrar pan apto para alérgico a la leche. Los mejorantes panarios suelen contener leche. Cuando no es así, el envase suele advertir de la posibilidad de contaminación cruzada por elaborarse en fábricas donde se trabaja con leche.
Muchos son los padres hoy en día que se animan a comprar una panificadora y elaborar el pan para su hijo alérgico... con el mismo entusiasmo y dificultad que se encontró Margaret hace ya 60 años. Ayudar a nuestros hijos nos hace sacar lo mejor de nosotros mismos.
Fuente | Pepperidge Farm
Foto | dieraecherin
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