Alergia Leche: Cáncer

Me quedé muy sorprendida cuando leí en la una página americana de niños alérgicos alimentarios que una de las 10 ventajas de tener un hijo alérgico era que éste tenía menos posibilidad de desarrollar un cáncer.

Decían que la razón era la excesiva respuesta inmunitaria de los enfermos alérgicos que hace que combatan de forma desmedida tanto a los alérgenos como a las células cancerígenas de los tumores.

Me dejó perpleja. ¿Entonces hay estudios sobre la incidencia del cáncer en alérgicos? Lo desconocía.

[No he conseguido encontrar la página donde lo leí. Lo siento mucho, porque no me gusta dar información sin referencias. Seguiré buscándola...]

Lo cierto es que para un padre de niño alérgico posiblemente el menor de sus problemas sea si su hijo desarrollará o no un cáncer de adulto. Se trata de un problema no existente frente a un problema real: padecer una alergia que puede hacer peligrar la vida de un niño.  

Por otra parte, son tantos los factores que influyen en el padecimiento de un cáncer (genética, obesidad, tabaquismo, alimentación, ambiente…), que me cuesta imaginar que mi hijo pueda estar protegido del cáncer por tener alergia.  

Sin embargo, imagino que la noticia está basada en datos estadísticos de enfermos alérgicos, por lo que puede ser un momento de felicidad pensar que nuestro hijo tiene menos predisposición a padecer esa enfermedad.  

Ya que tratamos hoy el tema del cáncer, aunque sea otro asunto totalmente diferente, hay rumores que sostienen que el consumo de leche de vaca pueda ser causante de cáncer. A lo mejor habéis visto esa historia que circula por la red de una mujer que cuenta que sanó de su cáncer por eliminar de su dieta la leche de vaca. Personalmente no creo esas teorías.  

Efectivamente la leche de vaca es un alimento en principio no adecuado para el consumo humano. Sin embargo, el cuerpo humano consiguió tolerarlo y ha supuesto una inagotable fuente de alimentación para el hombre.

Otro asunto son los bebés, a los que no se puede dar leche de vaca directamente, sino una especial tratada, con un nivel de proteínas reducido (las leches de fórmula adaptadas para bebés en farmacia). Sin embargo, algunos bebés no son capaces de tolerarla y generan una alergia a las proteínas de la leche de vaca. Nunca un bebé es alérgico a la leche materna (salvo que a la leche materna lleguen las proteínas de leche de vaca que consuma la madre).

Contaré hoy mi historia, sin ánimo de establecer ninguna teoría sobre el tema. El padecimiento de alergia a la leche de vaca de mi bebé lactante me obligó a eliminar de mi dieta por completo la leche de vaca y derivados, ya que le alimentaba con leche materna. Aquello llevó aparejado eliminar todo tipo de alimentos precocinados o elaborados industrialmente, pues la cantidad de elementos extraños (aditivos y aromas) con posible contenido lácteo es enorme en estos productos. Estuve así casi un año entero, comiendo productos naturales sin elaborar y nada de lácteos. La lactancia tampoco me permitía el alcohol, ni bebidas gaseosas con cafeína. Increíblemente entonces ocurrió que me desapareció un bulto benigno que tenía en el pecho detectado un año antes. ¿Fue casualidad? ¿Fue por mi dieta restrictiva o hubiera ocurrido de todos modos?

Lógicamente nunca lo sabré. He vuelto a tomar leche de vaca de forma continuada y el bulto, por supuesto, no ha reaparecido. Sin embargo, sigo manteniendo una dieta libre de precocinados y elaboraciones industriales, puesto que todos en casa comemos lo mismo que mi niño alérgico a la leche de vaca.

Para mí unas de las 10 cosas positivas que tiene la alergia a la leche de vaca de mi hijo es que todos hemos ganado en salud, pues curiosamente nuestra dieta actual se compone de productos sencillos, con pocos aditivos industriales y de origen conocido.

Si además mi hijo tiene menos posibilidades de desarrollar cáncer en edad adulta, pues bienvenido sea, pero todo lo que nos ha aportado su enfermedad hasta ahora ha sido tan valioso (conciencia de la discapacidad, de la exclusión social, de seguridad alimentaria) que sólo puedo sentirme afortunada por todo lo que he aprendido, pese a la situación tan triste que es tener un niño alérgico alimentario.

Hablamos hace algún tiempo de las cosas positivas que me había aportado la alergia alimentaria aquí.

Y cambiando otra vez de asunto: Me dejó sorprendida un documental en TV que hablaba de que en las centrales nucleares los trabajadores debían beber abundante leche de vaca. La razón: la leche de vaca ayuda al organismo a eliminar residuos radioactivos... qué increible y maravillosa propiedad de la leche.

Alergia Leche: Identificación

Cuando el niño empieza el colegio es obligatorio que lleve algún tipo de identificación de su alergia alimentaria.

He encontrado varios tipos, pero no me convence aún ninguno.

Parto de la base de que el precio no es muy importante, pues se trata de un producto que seguro que amortizamos sobradamente.

Huyo de las cadenas del cuello o pulseras clásicas en la muñeca de metal porque no me parecen cómodas para la frenética actividad de un niño. Además de que a la semana probablemente o estén rotas o las hayan perdido, siendo además un producto caro. De todas formas, mirando por internet he encontrado modelos muy interesantes, duraderos y especiales para niños.

He descubierto otro tipo de pulseras de alerta médica hechas con material plástico. Parecen perfectas para los niños.

www.alertum.es
En España está la marca Alertum donde podemos encontrar estas bonitas y prácticas pulseras de la foto y a buen precio. El inconveniente que veo es que para especificar la alergia en concreto hay que escribirlo por la parte interior con rotulador. No dudo de la resistencia de la tinta (que aseguran es indeleble), pero no me parece bueno tener que rotularlo. Preferiría que viniera grafiado ya por la parte exterior, como he visto muchas aunque en inglés.
Tampoco me gusta que sean de plástico PVC. Ya sé que ese plástico está en muchos productos que tenemos en casa, pero que lo lleve un niño y que pueda chuparlo me preocupa.

La marca sueca Infoband tiene unas recomendables pulseras de identificación. Este primer tipo son para rotular lo que queramos. Me gusta sobre todo que no utilizan productos tóxicos, ni PCV ni pfosfalatos. Teniendo en cuenta que se trata de pulseras utilizadas por niños (que todo lo muerden y chupan) y en contacto con la piel todo el día, que sean productos confiables para mí es esencial. Aunque nuevamente tenemos que rotular…


www.infoband.com
Puedes ver qué empresa distribuye los productos de Infoband en tu país en esta web. En España lo hace BabyEmporium. He intentado ver los precios, pero si no estás registrado no hay forma. Pero no creo que sean caras.

En Estados Unidos hay montones de empresas que las venden online. Pero desde España los gastos de envío por barco encarecen más que notablemente el producto. Veamos algunas de ellas...

www.allermates.com
En la página de Allermates podemos encontrar varias cosas, aunque los textos son en inglés. También hay divertidos colgantes para identificar la alergia de los niños.




www.allerbling.com
Estas de la foto me gustan también. Son de Allerbling y, aunque vienen en inglés, los dibujos son tan representativos que se entienden perfectamente.
Sólo que son para mayores de 3 años, imagino que por contener "piezas pequeñas" con riesgo de ingestión. Imagino que la chapa no se soltará facilmente.
Para una sola alergia a lo mejor no tiene sentido, pero cuando se tienen varias alergias alimentarias son perfectas.


También he mirado las chapas con imperdible. Le pusieron una a mi hijo en una excursión y cuando se lo vi me encantó. Se veía de sobra y era muy clara la inscripción. Sin embargo, pensar que pueda clavarse el imperdible (ya sabéis que con los niños pasa de todo) me preocupa y no la utilizo.

Tengo que confesar que aquel día sufrí un "shock" al ver a mi hijo "etiquetado" de esa manera. Salvando las distancias, era como si estuviera marcado a modo de "estrella de David" en la época nazi, como si le diferenciaran del resto (objetivo de los profesores por otro lado) y le hicieran diferente al resto de los niños. Me dio mucha pena verle con eso, aunque fuera por su salud.

Me ha gustado el modelo (que es típico) de pulsera de tela con indicación de alergia, porque lo veo cómodo para el niño, incluso más que las de plástico.
www.etic-etac.com

Existen etiquetas de plástico donde se puede especificar la alergia, para la ropa y para sus pertenencias. Son fantásticas. Las he encontrado en etic-etac. El único problema es que no me gustan las etiquetas de planchar. Aseguran que la etiqueta resiste a la lavadora y al lavavajillas.








Aunque si te pones a buscar hay hasta tatuajes temporales como aquí para denotar su alergia alimentaria. Me parecen muy útiles para salidas con el colegio por ejemplo. Desde luego hay de todo, aunque no en España desgraciadamente.

En resumen, esto es todo lo que he encontrado pero no me decido ni tengo referencias de ninguna. 

El método casero que he visto varias veces (y probablemente de los más eficaces) es colocar al niño un colgante largo con una cartulina bien grande avisando de su alergia. Ten por seguro que se ve (y de eso se trata), aunque no debe ser cómodo jugar con ello colgado todo el día.

¿Qué habéis hecho vosotros para avisar de la alergia alimentaria de vuestro hijo?

Alergia Leche: Publicación recomendada


Me alegra mucho que aparezcan documentos que nos informen a todos sobre la alergia alimentaria.

En esta ocasión, ha sido una colaboración de la Asociación Española de Alérgicos a los Alimentos y al Látex (AEPNAA) y el Instituto Tomás Pascual Sanz para la nutrición y la salud que ha dado como fruto el documento "Alergia alimentaria, ¿y ahora qué?" (2º edición).


Se trata de un informe ameno, claro y sencillo sobre las alergias alimentarias. Os recomiendo encarecidamente su lectura.

Trata todas las alergias e intolerancias alimentarias. Explica qué son, sus síntomas, el diagnóstico y su tratamiento, además de otras informaciones de interés como los alérgenos alimentarios contenidos en productos cosméticos.

También trata el tema del contenido de alérgenos en los aditivos alimentarios. En mi caso, sigo las indicaciones al respecto ofrecidas por Immunitas Vera y que recogimos en el blog. Este documento recoge las indicaciones del Comité de Alergia a Alimentos de la SEIAC donde considera no existe caso probado de peligrosidad en los aditivos:
  • E-270: ácido láctico
  • E-325, E-326, E-327: lactatos sódico, potásico y cálcico
  • E-472b: éster láctico de los mono y diglicéridos de los ácidos grasos
  • E-480, E-481, E-482: estearoil-2-lactilico o lactilato
  • Lactitol
Personalmente, prefiero ser restrictiva en caso de controversia de los aditivos con APLV.

Podéis encontrar el documento para descargarlo gratuitamente en la web del Instituto Tomás Pascual en el siguiente enlace: Alergias alimentarias, ¿y ahora qué?.

Imagen: rg1024
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