Alergia Leche: Cáncer

Me quedé muy sorprendida cuando leí en la una página americana de niños alérgicos alimentarios que una de las 10 ventajas de tener un hijo alérgico era que éste tenía menos posibilidad de desarrollar un cáncer.

Decían que la razón era la excesiva respuesta inmunitaria de los enfermos alérgicos que hace que combatan de forma desmedida tanto a los alérgenos como a las células cancerígenas de los tumores.

Me dejó perpleja. ¿Entonces hay estudios sobre la incidencia del cáncer en alérgicos? Lo desconocía.

[No he conseguido encontrar la página donde lo leí. Lo siento mucho, porque no me gusta dar información sin referencias. Seguiré buscándola...]

Lo cierto es que para un padre de niño alérgico posiblemente el menor de sus problemas sea si su hijo desarrollará o no un cáncer de adulto. Se trata de un problema no existente frente a un problema real: padecer una alergia que puede hacer peligrar la vida de un niño.  

Por otra parte, son tantos los factores que influyen en el padecimiento de un cáncer (genética, obesidad, tabaquismo, alimentación, ambiente…), que me cuesta imaginar que mi hijo pueda estar protegido del cáncer por tener alergia.  

Sin embargo, imagino que la noticia está basada en datos estadísticos de enfermos alérgicos, por lo que puede ser un momento de felicidad pensar que nuestro hijo tiene menos predisposición a padecer esa enfermedad.  

Ya que tratamos hoy el tema del cáncer, aunque sea otro asunto totalmente diferente, hay rumores que sostienen que el consumo de leche de vaca pueda ser causante de cáncer. A lo mejor habéis visto esa historia que circula por la red de una mujer que cuenta que sanó de su cáncer por eliminar de su dieta la leche de vaca. Personalmente no creo esas teorías.  

Efectivamente la leche de vaca es un alimento en principio no adecuado para el consumo humano. Sin embargo, el cuerpo humano consiguió tolerarlo y ha supuesto una inagotable fuente de alimentación para el hombre.

Otro asunto son los bebés, a los que no se puede dar leche de vaca directamente, sino una especial tratada, con un nivel de proteínas reducido (las leches de fórmula adaptadas para bebés en farmacia). Sin embargo, algunos bebés no son capaces de tolerarla y generan una alergia a las proteínas de la leche de vaca. Nunca un bebé es alérgico a la leche materna (salvo que a la leche materna lleguen las proteínas de leche de vaca que consuma la madre).

Contaré hoy mi historia, sin ánimo de establecer ninguna teoría sobre el tema. El padecimiento de alergia a la leche de vaca de mi bebé lactante me obligó a eliminar de mi dieta por completo la leche de vaca y derivados, ya que le alimentaba con leche materna. Aquello llevó aparejado eliminar todo tipo de alimentos precocinados o elaborados industrialmente, pues la cantidad de elementos extraños (aditivos y aromas) con posible contenido lácteo es enorme en estos productos. Estuve así casi un año entero, comiendo productos naturales sin elaborar y nada de lácteos. La lactancia tampoco me permitía el alcohol, ni bebidas gaseosas con cafeína. Increíblemente entonces ocurrió que me desapareció un bulto benigno que tenía en el pecho detectado un año antes. ¿Fue casualidad? ¿Fue por mi dieta restrictiva o hubiera ocurrido de todos modos?

Lógicamente nunca lo sabré. He vuelto a tomar leche de vaca de forma continuada y el bulto, por supuesto, no ha reaparecido. Sin embargo, sigo manteniendo una dieta libre de precocinados y elaboraciones industriales, puesto que todos en casa comemos lo mismo que mi niño alérgico a la leche de vaca.

Para mí unas de las 10 cosas positivas que tiene la alergia a la leche de vaca de mi hijo es que todos hemos ganado en salud, pues curiosamente nuestra dieta actual se compone de productos sencillos, con pocos aditivos industriales y de origen conocido.

Si además mi hijo tiene menos posibilidades de desarrollar cáncer en edad adulta, pues bienvenido sea, pero todo lo que nos ha aportado su enfermedad hasta ahora ha sido tan valioso (conciencia de la discapacidad, de la exclusión social, de seguridad alimentaria) que sólo puedo sentirme afortunada por todo lo que he aprendido, pese a la situación tan triste que es tener un niño alérgico alimentario.

Hablamos hace algún tiempo de las cosas positivas que me había aportado la alergia alimentaria aquí.

Y cambiando otra vez de asunto: Me dejó sorprendida un documental en TV que hablaba de que en las centrales nucleares los trabajadores debían beber abundante leche de vaca. La razón: la leche de vaca ayuda al organismo a eliminar residuos radioactivos... qué increible y maravillosa propiedad de la leche.

Alergia Leche: Identificación

Cuando el niño empieza el colegio es obligatorio que lleve algún tipo de identificación de su alergia alimentaria.

He encontrado varios tipos, pero no me convence aún ninguno.

Parto de la base de que el precio no es muy importante, pues se trata de un producto que seguro que amortizamos sobradamente.

Huyo de las cadenas del cuello o pulseras clásicas en la muñeca de metal porque no me parecen cómodas para la frenética actividad de un niño. Además de que a la semana probablemente o estén rotas o las hayan perdido, siendo además un producto caro. De todas formas, mirando por internet he encontrado modelos muy interesantes, duraderos y especiales para niños.

He descubierto otro tipo de pulseras de alerta médica hechas con material plástico. Parecen perfectas para los niños.

www.alertum.es
En España está la marca Alertum donde podemos encontrar estas bonitas y prácticas pulseras de la foto y a buen precio. El inconveniente que veo es que para especificar la alergia en concreto hay que escribirlo por la parte interior con rotulador. No dudo de la resistencia de la tinta (que aseguran es indeleble), pero no me parece bueno tener que rotularlo. Preferiría que viniera grafiado ya por la parte exterior, como he visto muchas aunque en inglés.
Tampoco me gusta que sean de plástico PVC. Ya sé que ese plástico está en muchos productos que tenemos en casa, pero que lo lleve un niño y que pueda chuparlo me preocupa.

La marca sueca Infoband tiene unas recomendables pulseras de identificación. Este primer tipo son para rotular lo que queramos. Me gusta sobre todo que no utilizan productos tóxicos, ni PCV ni pfosfalatos. Teniendo en cuenta que se trata de pulseras utilizadas por niños (que todo lo muerden y chupan) y en contacto con la piel todo el día, que sean productos confiables para mí es esencial. Aunque nuevamente tenemos que rotular…


www.infoband.com
Puedes ver qué empresa distribuye los productos de Infoband en tu país en esta web. En España lo hace BabyEmporium. He intentado ver los precios, pero si no estás registrado no hay forma. Pero no creo que sean caras.

En Estados Unidos hay montones de empresas que las venden online. Pero desde España los gastos de envío por barco encarecen más que notablemente el producto. Veamos algunas de ellas...

www.allermates.com
En la página de Allermates podemos encontrar varias cosas, aunque los textos son en inglés. También hay divertidos colgantes para identificar la alergia de los niños.




www.allerbling.com
Estas de la foto me gustan también. Son de Allerbling y, aunque vienen en inglés, los dibujos son tan representativos que se entienden perfectamente.
Sólo que son para mayores de 3 años, imagino que por contener "piezas pequeñas" con riesgo de ingestión. Imagino que la chapa no se soltará facilmente.
Para una sola alergia a lo mejor no tiene sentido, pero cuando se tienen varias alergias alimentarias son perfectas.


También he mirado las chapas con imperdible. Le pusieron una a mi hijo en una excursión y cuando se lo vi me encantó. Se veía de sobra y era muy clara la inscripción. Sin embargo, pensar que pueda clavarse el imperdible (ya sabéis que con los niños pasa de todo) me preocupa y no la utilizo.

Tengo que confesar que aquel día sufrí un "shock" al ver a mi hijo "etiquetado" de esa manera. Salvando las distancias, era como si estuviera marcado a modo de "estrella de David" en la época nazi, como si le diferenciaran del resto (objetivo de los profesores por otro lado) y le hicieran diferente al resto de los niños. Me dio mucha pena verle con eso, aunque fuera por su salud.

Me ha gustado el modelo (que es típico) de pulsera de tela con indicación de alergia, porque lo veo cómodo para el niño, incluso más que las de plástico.
www.etic-etac.com

Existen etiquetas de plástico donde se puede especificar la alergia, para la ropa y para sus pertenencias. Son fantásticas. Las he encontrado en etic-etac. El único problema es que no me gustan las etiquetas de planchar. Aseguran que la etiqueta resiste a la lavadora y al lavavajillas.








Aunque si te pones a buscar hay hasta tatuajes temporales como aquí para denotar su alergia alimentaria. Me parecen muy útiles para salidas con el colegio por ejemplo. Desde luego hay de todo, aunque no en España desgraciadamente.

En resumen, esto es todo lo que he encontrado pero no me decido ni tengo referencias de ninguna. 

El método casero que he visto varias veces (y probablemente de los más eficaces) es colocar al niño un colgante largo con una cartulina bien grande avisando de su alergia. Ten por seguro que se ve (y de eso se trata), aunque no debe ser cómodo jugar con ello colgado todo el día.

¿Qué habéis hecho vosotros para avisar de la alergia alimentaria de vuestro hijo?

Alergia Leche: Publicación recomendada


Me alegra mucho que aparezcan documentos que nos informen a todos sobre la alergia alimentaria.

En esta ocasión, ha sido una colaboración de la Asociación Española de Alérgicos a los Alimentos y al Látex (AEPNAA) y el Instituto Tomás Pascual Sanz para la nutrición y la salud que ha dado como fruto el documento "Alergia alimentaria, ¿y ahora qué?" (2º edición).


Se trata de un informe ameno, claro y sencillo sobre las alergias alimentarias. Os recomiendo encarecidamente su lectura.

Trata todas las alergias e intolerancias alimentarias. Explica qué son, sus síntomas, el diagnóstico y su tratamiento, además de otras informaciones de interés como los alérgenos alimentarios contenidos en productos cosméticos.

También trata el tema del contenido de alérgenos en los aditivos alimentarios. En mi caso, sigo las indicaciones al respecto ofrecidas por Immunitas Vera y que recogimos en el blog. Este documento recoge las indicaciones del Comité de Alergia a Alimentos de la SEIAC donde considera no existe caso probado de peligrosidad en los aditivos:
  • E-270: ácido láctico
  • E-325, E-326, E-327: lactatos sódico, potásico y cálcico
  • E-472b: éster láctico de los mono y diglicéridos de los ácidos grasos
  • E-480, E-481, E-482: estearoil-2-lactilico o lactilato
  • Lactitol
Personalmente, prefiero ser restrictiva en caso de controversia de los aditivos con APLV.

Podéis encontrar el documento para descargarlo gratuitamente en la web del Instituto Tomás Pascual en el siguiente enlace: Alergias alimentarias, ¿y ahora qué?.

Imagen: rg1024

Alergia Leche: Viñeta (5)

Cortesía de Tyffany Glass Ferreira www.foodallergyfun.com

Nunca des un alimento a un niño sin el permiso de sus padres ya que puede ser un niño alérgico alimentario.

Alergia Leche: Halloween

Cortesía de Tyffany Glass Ferreira | Más información en www.foodallergyfun.com

Estas fechas de Halloween (como casi todas las fiestas) se caracterizan por el consumo de dulces. Para los alérgicos alimentarios, esto puede suponer un grave problema de salud.

Mi hijo alérgico ha vuelto del colegio con una bolsa de caramelos que, lógicamente, no le han dejado abrir.
Imagino que la profesora repartió caramelos en el colegio por ser Halloween. Y entiendo que, para no discriminar a mi hijo, le dio una bolsa a él. Pero al mismo tiempo, la metió en la mochila y le dijo que ya las comería en casa. 
Por la tarde, yo me encuentro con un niño que llega del colegio queriéndose comer unos caramelos que no puede. 
¿Cuál es la solución a este problema?

Se me ocurre que puedo darle a la profesora unos caramelos aptos sin lácteos para que se los de a mi hijo cuando haya una ocasión especial. Eso es lo que voy a hacer. Espero que sirva, aunque creo que hemos corrido mucho riesgo con una bolsa de caramelos en su mochila.

Me gusta mucho la viñeta de abajo realizada por Tyffany Glass. ¿No os ha pasado encontraros con personas que adoptan una postura dramática ante la alergia de vuestro hijo? A mí me pasa mucho. Está claro que la alergia alimentaria es un problema grave, pero dar lástima no nos ayuda nada. 

Los niños con alergia alimentaria tienen derecho a vivir su propio Halloween sin miedo a sufrir una reacción alérgica que ponga en riesgo su vida.

Cortesía de Tyffany Glass Ferreira | Más información en www.foodallergyfun.com

Alergia Leche: Los hermanos

¿Cómo conviven con la alergia los hermanos de un niño alérgico a la proteína de leche de vaca?.

Cuando uno de tus hijos tiene una enfermedad, en este caso padece alergia, de forma inconsciente lo consideras más débil y suele ser objeto de mayor atención que el resto de sus hermanos.

Creo que esto es así por lo general. ¿Os ocurre a vosotros?
Al menos yo cuando estoy fuera de casa, paso más tiempo mirando a mi hijo alérgico (para que no toque ningún alimento) que al resto.

También lo considero más vulnerable, lo que me genera un sentimiento de sobreprotección.

Todo esto lo notan el resto de los hermanos, que probablemente lo aprovechen para gozar de más independencia que el hermano alérgico.

Por otra parte, algo que me ha enseñado la alergia, es que subestimamos la madurez de los niños.
Los hermanos de un niño alérgico, hasta con 3 y 4 años, son capaces de cuidarle y expresar: “Mi hermano no puede tomar leche. Se pone malito”.

No olvidaré la escena de mi hijo de 5 años diciendo a un abuelito que no le diera un caramelo a su hermano alérgico.  
Gritaba: “No puede, no puede”.

Es sorprendente cómo conocen la alergia, su tratamiento de evitación y sus síntomas.           

Los hermanos son el mejor aliado que puede tener un niño alérgico.

Otro tema es que la prohibición de lácteos les afecta a ellos. Mis hijos hace meses que no comen yogures, queso…

En el menú del colegio sí lo hacen pero en casa no. No puedo arriesgarme a que su hermano alérgico se manche por error.

Y más importante aún, no quiero discriminar aún más a mi hijo alérgico, no permitiéndole comer alimentos que consumen sus hermanos delante suyo.

Al final toda la familia está condicionada por la alergia, tanto en la alimentación como en los hábitos de vida.

Alguna vez que su hermano alérgico se ha quedado dormido, hemos aprovechado para tomar un helado cremoso con mucha nata. Lo hemos hecho “a escondidas”, explicándoles que era un secreto y así lo han entendido.

Lógicamente no es buena idea hacer eso. Tenía que haber comprado un caja de helados aptos para APLV y tomarlos todos juntos.

Pero cuando uno pasea por la calle, no es nada fácil encontrar productos aptos para un alérgico. Imagino que así les sirve para reforzar la idea de que hay alimentos que tenemos prohibidos.

No voy a negar que a veces mis hijos no alérgicos dicen cosas como: "No pienso tomar esa bebida de avena ¡está asquerosa!. Yo no tengo alergia".
Es comprensible que rechacen tomar alimentos digamos "dietéticos" fuera de lo común. 

Aunque lo más curioso es que, a veces, no sé si buscando más protagonismo o por sus propios razonamientos, deciden que ellos también son alérgicos alimentarios. Y de repente me dicen: "Mamá, no puedo tomar yogur de sabor fresa. Soy alérgico. ¿No recuerdas el otro día que me dolía un poco la tripa cuando lo tomé?"  :D

Los niños, con su sinceridad y naturalidad, me ayudan a ver desde otra óptica (positiva) este problema con el que convivimos de la alergia alimentaria.

Foto: netalloy

Alergia Leche: Viñeta (4)

Cortesía de Tyffany Glass Ferreira | Más información en www.foodallergyfun.com

La adrenalina la utilizan personas con reacciones alérgicas graves que pueden provocar la muerte. Es preciso que las personas con riesgo la lleven siempre consigo en todo momento.
La adrenalina autoinyectable se llama en España Altellus®, pero en otros países se denomina EpiPen®, EpiJect® o Twinject®.


Alergia Leche: Próxima revisión

Se acerca la fecha de la revisión de mi hijo de su alergia a la proteína de leche de vaca (APLV).

Conforme se aproxima la cita, crece mi nerviosismo y me invade un sentimiento de esperanza e ilusión.

¿Se habrá curado ya y podremos volver a una vida normal libre de prohibiciones alimentarias?

Lo cierto es que el mismo día de la visita no nos enteramos de nada.
Quiero decir que el diagnóstico nos llega tiempo después.

En nuestro caso funciona como sigue:

Entramos en la consulta y el alergólogo nos pregunta sobre su dieta actual y posibles reacciones alérgicas que haya tenido en este tiempo entre consultas.
Es momento de llevar todas las preguntas apuntadas en una hoja porque la cita apenas dura 5 minutos y te despiden rápido.

Luego pasamos a realizarle las pruebas en piel. Colocan las gotas de alérgeno en sus pequeños bracitos y hacen incisiones con un punzón.
Salimos con el niño a la sala de espera intentando que no se rasque por el picor.
Volvemos a entrar y le miden las dimensiones de los habones que le han salido.
Nos dan la cita para el análisis de sangre y para casa.

Casi un mes después, recibimos los resultados en casa por correo ordinario.
Es un informe donde por escrito se reflejan los resultados de las pruebas, su diagnóstico, el tratamiento prescrito y la fecha de la próxima cita.

No sé cómo será en vuestros casos.
Para nosotros es así de impersonal: leer en una carta la evolución alérgica de nuestro hijo.
Entiendo que se trata de revisiones periódicas pero un padre de un niño alérgico es una persona llena de dudas.
Son muchos los pacientes que se tratan en un hospital, es cierto, pero muchos médicos adoptan una actitud de falta de empatía que es decepcionante.

En las revisiones me obligo a no hacerme ilusiones para no sufrir luego.
Pero es casi imposible no esperanzarse y pensar que ya lo ha superado.
Cuanto más pienso en positivo, luego peor lo paso cuando recibo el diagnóstico de mantenimiento de APLV.
Los días tras recibir el informe estoy apesadumbrada y abatida.
Por eso, creo que lo mejor es no darle importancia a la cita y vivirlo sin tensión.
¿Lo conseguiré?

Cuando mi marido sube con la carta de los resultados que ha recogido en el buzón, el corazón me palpita.
Casi me tiemblan los dedos al abrirla.
Dentro está escrito el “futuro” de mi hijo y de toda la familia.

Esta es la actitud pasiva frente a la alergia que se ha venido aplicando desde siempre: esperar que la alergia desaparezca por sí sola.
Son muchos los estudios que reflejan que adoptar una actitud activa da buenos resultados, pero de eso hablaremos otro día.

Imagen | warszawianka

Alergia Leche: Viñeta

Cortesía de Tyffany Glass Ferreira | Más información en www.foodallergyfun.com

Conseguir hablar de la alergia alimentaria con sentido común y desde el humor inteligente es harto difícil.
Sin embargo, Tyffany G. Ferreira - madre de niños con alergia alimentaria- siempre lo consigue con sus increibles viñetas.

Alergia leche: El riesgo de una reacción alérgica

Allergy Asthma Information association
La imagen que os traigo es estremecedora. 

Es aterrador la magnitud del riesgo vital que subyace en simples acciones cotidianas (como una fiesta de cumpleaños) para un alérgico alimentario.

Son niños sanos cuya vida corre peligro en cuestión de minutos por la ingestión de un alimento. Sólo la inyección de EpiPen/Altellus les salva la vida.

Esta es la traducción del cartel de Allergy Asthma Information association:

"La acción más sencilla puede ocasionar la reacción más severa.

La anafilaxia es una reacción alérgica que pone en riesgo la vida. Incluso pequeñas cantidades de alérgenos comunes como los cacahuetes, leche y pescado pueden ser fatales sin la inyección inmediata de epinefrina.

Infórmate sobre la Anafilaxia, su prevención y tratamiento en www.aaia.ca"

Yo me quedo sin palabras ante estos casos. Mi hijo no sufre de anafilaxia pero sé que es una condición que comparten muchos niños con alergia alimentaria.

Desde aquí todo mi apoyo y aprecio a esos padres que tienen que convivir en permanente estado de alerta por la anafilaxia.

Fuente: Allergic Living  

Alergia Leche: El día después

Hay sensaciones que no se olvidan y una de esas fue el "día después" de la noticia de la alergia de mi hijo a la proteína de la leche de vaca (APLV).

Salí del hospital con un diagnóstico y una hoja impresa con una lista genérica de alimentos que no podía consumir.

Eso fue todo. Ningún tipo más de información. Y una cita para volver en 6 meses.

Estaba desorientada, perdida, sin saber qué hacer ni a quién pedir consejo.

Entiendo la saturación de pacientes en sanidad: Probablemente mi alergólogo viera otros 200 casos igual que el mío ese día. Pero ¿son conscientes de la necesidad de información que precisa alguien con un reciente diagnóstico en alergia alimentaria?.

Este padecimiento no se reduce al paciente solamente, afecta de forma notable a toda la familia y su entorno.

Es una fuerte convulsión que obliga a modificar los hábitos alimentarios de todos, cambiar el estilo de vida (¡se acabó lo de comer en restaurante!) y entrar en un permanente estado de vigilancia con respecto a lo que ingiere o toca tu hijo.

Ya nada volverá a ser igual. Las discusiones serán frecuentes y los padres serán tachados de paranoicos y obsesivos (incluso por familiares cercanos).

He comentado varias veces que fui yo misma la que tuve que preguntar al pediatra si yo también debía hacer dieta exenta de lácteos por amamantar. Ni siquiera me informó él.

Yo no sabía que mi simple beso tras tomar un vaso de leche producía un enrojecimiento en la cara en mi hijo alérgico. Nadie me había hablado que es también una alergia "de contacto"... no sabía nada de eso.

Me encontré con un diagnóstico de APLV y con mi propia dieta a seguir, junto a la de mi hijo, de exención de lácteos.

De la noche a la mañana, no podía tomar ni un café con leche, ni unas galletas, ni un trozo de pan, ni embutido... Todas las etiquetas de productos que leía contenían lácteos en alguna proporción.

Reconozco que durante varias semanas pasé hambre. Si a eso le unes el comportamiento de algunos familiares y allegados criticando mi "exagerada higiene", mi cuerpo se convirtió en una olla a presión siempre en permanente estado de explosión.

Mi salvación fue internet. Siento decir esto porque confío plenamente en la medicina pero, dejando a parte el diagnóstico y el tratamiento, como he comentado, el día a día de un alérgico requiere un apoyo que, a día de hoy, no es capaz de ofrecer nuestra sanidad.

Gracias al Foro de la Asociación Española de Padre de Alérgicos (AEPNAA) pude, poco a poco, descubrir que había alimentos que podía sustituir, sitios donde podía comprarlos y sobre todo apoyo y comprensión de otros padres en la misma situación.

Mucho tiempo después, nació en mí la necesidad de contar todo lo que había aprendido de la Alergia a la proteína de leche en un blog. Veo cada día que mi historia se repite, que sigue habiendo padres que salen del alergólogo con una hoja de alimentos prohibidos y totalmente desorientados. Eso es lo que más rabia me da: que los padres de nuevos alérgicos estén tan desinformados como lo estuve yo.

Foto | gnokii

Alergia Leche: El Queso

¡Qué rico está el queso! Hace meses que no lo pruebo.

No es que esté prohibido que el queso entre en mi casa con un niño alérgico a la proteína de leche.

Pero es que me da tanta pereza tomar un trozo de queso y tener que lavarme manos, boca, limpiar posibles trocitos que caigan en mi ropa o en la mesa... Sencillamente prefiero dar un beso a mi hijo alérgico sin riesgo a reacciones que tomar un trozo de queso.
Esa es la razón por la que ni lo pruebo ni lo compro.

Pero ocurre que basta que no puedas tomar algo para que te entren más ganas. Hoy me ha dicho mi marido: "Me apetece mucho tomar un bocadillo de queso". Al oirle no sabía si reir o llorar: resulta sorprendente que algo tan cotidiano como un bocadillo de queso se haya vuelto un manjar casi de gourmet, por lo inaccesible digo.

Afortunadamente casi todo en la vida tiene solución. Esa es la razón de escribir este post: también existen quesos aptos para alérgicos a la leche.

Parece difícil de creer pero es cierto. Son quesos hechos a base de soja (aprovecho para decir que no me gusta nada como ya dije aquí), pero en ocasiones puntuales me parece bien tomarla. Resultan caros (como casi todo para un alérgico) pero te permiten darte un respiro a esta dieta exenta de casi todo.

Existe incluso queso tipo "Parmesano" rayado, fantástico para la pasta.

En España tenemos por ejemplo la marca Redwoods. Creo que este tipo de alimentación nació para las dietas veganas y al final nos sirve a los alérgicos.

Podéis encontrarlos en las tiendas de alimentación especializadas para alérgicos. ¡Que aproveche!


Alergia Leche: Culpabilidad

Cuando un hijo padece una enfermedad - en este caso una alergia alimentaria-, los padres siempre nos preguntamos si hubo algo que hicimos mal.

En los niños alérgicos a la proteína de leche de vaca (APLV), la administración de biberones de leche artificial de forma puntual junto a la lactancia materna es un factor de riesgo para padecer la enfermedad.

Por eso, cuando me dieron el diagnóstico de la alergia, me culpabilizaba por haber dado a mi hijo varios biberones ocasionales mientras seguía con lactancia.

Me culpabilizo por no haber dado importancia a su vomito tras un biberón de leche, cuando mi sexto sentido me decía que algo iba mal. Todos me decían que no exagerara, que le habría sentado mal. Seguí con lactancia materna, obviando el problema y retrasando un necesario tratamiento para su alergia a la leche.

Luego, con el diagnóstico ya en la mano, cuando el niño sufría una reacción por comer un alimento, me culpabilizaba por haber cometido el error de no confirmar con el fabricante la ausencia de contaminación de lácteos, pese a que en la etiqueta no figuraba nada.

En los primeros meses tras el diagnóstico, estaba perdida con la alimentación de mi hijo... no encontraba nada que fuera apto para su alergia. Encima mis aptitudes en la cocina son nulas por lo que entre que cocinaba mal y no sabía qué darle, lo cierto es que el niño estaba muy delgado. Me siento culpable por aquello.

A día de hoy, sigue delgado y con poco apetito y a veces pienso que no soy capaz de darle una alimentación con la que disfrute pese a su alergia.

Intento superar esas sensaciones pero no es sencillo. Es como si permanecieran arraigadas dentro de uno.

Por casualidad, encontré el blog de Natalia, una madre chilena de trillizos prematuros. Dos de ellos padecieron alergia alimentaria severa pero no es eso por lo que hablo de su blog. En este enlace imprescindible http://reflexionesmadrepsicologa.blogspot.com/ podréis descubrir a una madre increible que ha afrontado con amor, valentía y coraje las necesidades especiales de sus hijos. Su historia de superación es emocionante. También ella se sintió Evaluada y Culpable aquí .

Alergia Leche: Viñeta (2)


Cortesía de Tyffany Glass Ferreira  | Más información en www.foodallergyfun.com

Alergia Leche: La relatividad de un problema

A menudo la enfermedad de Alergia a la Proteína de Leche de Vaca (APLV) es considerada por la sociedad como un "mal menor" y de fácil tratamiento en niños.

Esta semana TodoAlergias nos traía una investigación realizada por Hospitales de la Universidad de Leicester (Reino Unido) donde la alergia a los frutos secos era considerada por muchos como "un capricho frívolo" con objeto de "llamar la atención".

Quienes convivimos con alergias sabemos que eso no es así: La dureza de llevar una dieta exenta de lácteos, la incomprensión de los que nos rodean y la posibilidad de una reacción grave por un contacto accidental hacen que el día a día con un alérgico sea, en ocasiones, agotador, física y psicológicamente.

Sin embargo, mi hijo ha padecido recientemente una enfermedad grave no relacionada con la alergia. ¿Qué ha supuesto esto para mí?
Pues, aunque no debería decirlo, ha significado que considere la alergia a la leche como el menor de mis males (aunque mi hijo alérgico nunca ha sufrido una anafilaxia, por lo que mi situación es más leve que en otros casos).

Quiero decir que, realmente, cuando te encuentras de cara con otras cosas que pueden suceder, pues esta enfermedad de la alergia parece un golpe de la vida, pero afortunadamente superable.

Es el tema de siempre: ¿Ves la botella llena o medio vacía? Cuando salía con los resultados positivos de los análisis de alergia tras una revisión, me quedaba hundida varios días. Pero ahora con el reciente problema médico de mi hijo, lo considero algo que puedo afrontar.

No quisiera herir vuestra sensibilidad trivializando el problema de alergia (de hecho, la idea del blog precisamente es destacar e informar sobre esta alergia).

Sólo quería reflexionar sobre cómo el mismo problema puede verse desde ópticas diferentes, según el estado de ánimo, las experiencias previas o la situación que atravesemos.

No deberíamos perder el tiempo en lamentaciones sobre la alergia de nuestros hijos, sino en aprovechar cada minuto que pasamos junto a ellos y demostrarles que es posible superar las adversidades que nos presenta la vida. Voy a ver si yo lo consigo...
Image Credit: NASA
Cuando estoy apesadumbrada con los problemas médicos, miro esta foto y pienso en lo pequeñas que parecen nuestras preocupaciones vistas desde allí lejos...

Fuente | Imprescindible Todo Alergias "Perjuicios e incompresión ante las alergias alimentarias"

Alergia Leche: Viñetas (1)

Que la red está llena de recursos inagotables es algo que imagino que sabréis pero, aún así, yo no dejo de sorprenderme cada día.

Gracias a Alergia Alimentaria México y a Foody he encontrado este muy buen blog escrito por una madre norteamericana sobre las alergias alimentarias de sus hijos. Está en inglés (menuda Torre de Babel) pero merece la pena hacer el esfuerzo de leerlo.

En particular, como en casi todo, una imagen vale más que mil palabras, este blog tiene una sección con viñetas realizadas por ella misma, donde en clave de humor y con mucha inteligencia e ironía nos habla de la alergia alimentaria en nuestra sociedad.

Me ha dado su permiso para publicarlas y traducirlas al castellano. Las iré poniendo poco a poco porque hay muchas.


Viñetas realizadas por Tyffany Glass Ferreira  | Más información en www.foodallergyfun.com

Alergia Leche: Viajando al extranjero

Como estamos en período vacacional, creo que podríamos hablar de las experiencias de salir al extranjero con un hijo alérgico a la proteína de leche de vaca. Dejadme que me lo tome con un poco de humor, aunque sé que cuando está en juego la salud de un hijo todo toma un carácter de seriedad.

Cuando el niño se alimenta de botes de leche hidrolizada, se plantea la cuestión de cómo subir a un avión con semejante cargamento de polvo blanco... todo altamente sospechoso. Si salimos dos semanas, pueden ser unos 6 botes... prácticamente llevar una maleta sólo con botes de leche apta para alérgico a la leche de vaca. Si a eso le sumamos los cereales para echar al biberón (colada), creo que superamos con creces el peso máximo permitido por persona.

Lo peor no es ser acusado de pasar sustancias ilegales, sino que te obliguen a probar el biberón de leche hidrolizada. ¡Sí! La última moda en los aeropuertos es que puedes subir comida de bebé al avión pero te "invitan" a probarla. Me sorprende que mi hijo alérgico se tome el biberón con ganas. Yo sólo oler el biberón cuando lo preparo me dan arcadas... no quiero ni pensar cuando el policía del aeropuerto me obligue a tomarlo... me detendrían por espectáculo en vía pública.

Es indispensable que vuestro pediatra os redacte un escrito detallando que el niño es alérgico a la proteína de leche de vaca y que precisa de una alimentación especial con leche hidrolizada.

Cuando tuve en mis manos el informe lo miré incrédula: mi pediatra me redactó un largo párrafo explicándolo todo pero en castellano... pensé, esto lo entrego yo en un hospital en Londres y me parece que así de primeras les servirá de poco. Si se pide un informe médico para viajar al extranjero, ¿no debería de estar escrito al menos en inglés?. Digo yo que estaría bien que hubiera un formulario estándar para que el médico señalase las alergias alimentarias en varios idiomas.

Si el niño es más mayor, la alimentación se complica si sales fuera del país. Tus marcas de alimentación de confianza ya no están y si a eso le sumas que todo está en otro idioma, las cosas parecen complicarse notablemente. Afortunadamente, al menos en Europa, se ha puesto de moda la comida "natural" sin conservantes ni colorantes, "ecológica", así que basta acercarse en el supermercado a esa sección para encontrar muchos alimentos aptos para el niño... otro asunto es el precio, más que caros, pero eso ya es algo a lo que los padres de niño alérgico estamos acostumbrados también en España.

Aún así una opción muy útil, si el niño no es muy mayor, son los potitos (no sé como se llaman en sudamérica pero son preparados de puré en botes de cristal). Lo mejor es comprarlos aptos para el bebé y llevar muchos en la maleta... seguro que nos sacan de más de un apuro. Calculad otra maleta llena de potitos.

A lo mejor me acusais de malísima madre, pero personalmente si salgo dos semanas fuera de mi país, creo que no es el momento de pensar en realizar una comida sana y equilibrada. Quiero decir, que si tenemos que tomar varios días lo mismo (por asegurarnos que está exento de lácteos) pues no creo que pase nada... a fin de cuentas son sólo 15 días al año.

Os animo a todos a salir fuera en vacaciones, sea donde sea. Creo que es muy útil para olvidar un poco la enfermedad alérgica. Cambiar de aires es bueno para no obsesionarse con los problemas. Supone un esfuerzo para todos encontrar una alimentación apta para nuestro hijo alérgico pero merece la pena.

Bueno, me dejo ya de bromear y os recuerdo lo que os será de más utilidad: Es básico que vuestro médico os redacte el informe detallando la alergia y si precisais llevar algún medicamento. Existen además tarjetas de viaje que podeis llevar: son útiles porque escoges las alergias y el idioma que necesites y se generan automáticamente. Están aquí. Buen viaje y buenas vacaciones.

Crecimiento en niños con Alergia Leche

¿Cómo crecen los lactantes diagnosticados de alergia a proteínas de leche de vaca? - Es una pregunta que me hago a menudo. Como madre que soy, me preocupa el crecimiento de mi hijo alérgico y en concreto, las aportaciones de calcio de las que se ve privado por su dieta exenta de lácteos.

He encontrado sobre este asunto, una interesante investigación realizada por L. Oliveros Leal, R. Torres Peral, C. Luna Paredes, A. Martínez-Gimeno, José Manuel Moreno Villares, recogida en Anales españoles de pediatría: Publicación oficial de la Asociación Española de Pediatría (AEP), ISSN 1695-4033, Vol. 64, Nº. 3, 2006, págs. 244-247.

El objeto del estudio fue evaluar el crecimiento de lactantes diagnosticados con APLV a las edades de 1 y 2 años. Señalan que algunos estudios anteriores habían demostrado la disminución del crecimiento de estos niños.

La muestra la componían 141 niños (71 niños y 70 niñas) diagnosticados de APLV en el periodo 2000-2001. Un total de 67 niños (47%) presentaron dermatitis atópica y 36 (25%) sibilancias. El 27 % tuvo alergia a otros alimentos además de la leche. Sólo el 21% de los niños habían superado la APLV a los 2 años de edad, de los que el 37% lo hicieron en el primer año.

Las conclusiones del estudio sobre el estado nutricional de los niños son positivas: Los niños con APLV que toman una fórmula de sustitución (hidrolizado) tienen, a los 2 años de edad, un desarrollo similar al de la población sana, aunque se apreció una tendencia a mejor percentil de talla que de peso. Es decir, podemos considerar que tanto los datos de talla como peso son similares a los de niños sin esta patología, si bien tienden a ser niños más delgados en general.

Lo de la talla me tranquiliza y lo del peso pues es algo que vivo con mi propio hijo. Se habla mucho de que los niños con APLV son malos comedores, que en general tienen poco apetito. Lo cierto es que cada niño es diferente y los hay que comen muy bien. En mi caso, come fatal, pero no sé si se debe a su dieta especial.

Otro tema es que lo que comen, en general, es mucho más saludable que una dieta estándar: evitar productos manufacturados hace que la dieta sea menos calórica, por lo que el peso pudiera ser menor a la media.

El estudio señala además que el estado nutricional del niño con APLV se ve afectado significativamente en el caso de multialergia alimentaria y presencia de dermatitis o sibilancias, frente a aquellos que sólo tienen APLV.

Fuente | Dialnet aquí
Foto |  Gustavo R. Rezende

El largo camino hasta el diagnóstico de Alergia Leche (APLV)

                                  
Hoy os hablo del proceso que seguí hasta conseguir un diagnóstico de Alergia a las proteínas de Leche de vaca para mi bebé. Sé que hay casos muy problemáticos, con confusión en el diagnóstico. Mi caso no fue especialmente difícil, pero lo cuento para que sirva de experiencia a otras personas.

Mi bebé se alimentó de leche materna desde su nacimiento. Sin embargo tuvo dos aportes puntuales de leche artificial o leche de fórmula.

Nació por cesárea, así que estuvo sus primeras horas de vida alimentado con leche artificial. Su “primer” biberón fue en el Hospital.

Su “segundo” biberón fue como consecuencia de una intervención mía en el dentista que, debido a la anestesia local, me llevó a abandonar la lactancia un fin de semana y a sustituirla por biberones de leche artificial. Tenía 3 meses de edad y los tomó sin problemas. Después continué con lactancia materna exclusiva.

Creo que ahí se produjo la sensibilización a la leche. Como hemos comentado en otra ocasión, la alergia se desarrolla con el tiempo: no es inmediata.

Entonces desconocía el factor de riesgo que supone dar de forma esporádica biberones de leche artificial en lactantes alimentados con leche materna.

Tampoco sabía que si los dos padres tienen antecedentes alérgicos, las probabilidades de que su hijo desarrolle algún tipo de alergia suben al 70%.

No sé si mi hijo hubiese desarrollado de todas formas una alergia a la leche aunque hubiera mantenido una estricta lactancia materna, sin aportes artificiales.

Estos pensamientos forman parte de los sentimientos de culpa que en ocasiones invaden a los padres de niños alérgicos y ayudan a entender el impacto que supone para la familia este padecimiento. Lo cierto es que realicé un comportamiento de “riesgo”, considerando además nuestros antecedentes alérgicos.

Entonces el bebé comenzó a realizar fuertes reflujos gástricos después de cada toma de leche materna. El pediatra me habló de que era normal que los lactantes tuvieran reflujos. No sabía yo entonces que uno de los síntomas de alergia PLV es el reflujo, incluso en lactantes con leche materna. Las proteínas de la leche de vaca llegan al bebé a través de la alimentación de la madre que lo pasa a su leche, como vimos en lactancia materna con APLV.

El niño comenzó la guardería y yo llevaba la leche materna extraída para que se la dieran. Con el tiempo, las cuidadoras me hablaban de la necesidad de llevar cada vez más cantidad. Trabajar y extraerse la leche es una actividad complicada, aunque con organización es perfectamente compatible. Sin embargo, les indiqué en la guardería que si se quedaba el bebé con hambre, le dieran un biberón.

Con 5 meses le dieron su “tercer” biberón y tuvo su primera reacción visible en la guardería. Cuando llegué estaba totalmente rojo, con la cara completamente inflamada. La cuidadora me dijo que era del llanto que tenía porque no quería la tetina del biberón, acostumbrado a la lactancia materna. A las dos horas, vomitó todo el biberón.

Lo comenté en su guardería y me dijeron que podría ser algún tipo de intolerancia. Lo hablé con mi familia preocupada y todos insistieron en que le habría sentado mal el biberón.

Continué con la lactancia materna exclusiva, intentando olvidar el incidente. Los reflujos continuaban. Entonces no sabía que cuanto más precoz sea la detención de la alergia a la leche, más rápido se obtiene tolerancia al alérgeno. Esconderme ante el problema, sin hacerle frente, fue un error.

Cuando cumplió 1 año, decidí abandonar la lactancia materna y pasar a la artificial. Con su “cuarto” biberón otra vez se le puso la cara completamente roja. Ya no había excusas, estaba claro que el niño tenía un problema.

El pediatra (privado) realizó al niño las pruebas sanguíneas que confirmaban su alergia a la leche de vaca. Como no sabía el tiempo que tardaría todo el proceso, continué con lactancia materna. Fui yo la que tuve que preguntarle qué hacía con mi dieta, sospechando que tendría que ser también exenta de lácteos. También tuve que preguntarle si yo tenía que tomar algún complemento de calcio mientras amamantaba.

Me derivó a mi pediatra de la sanidad pública, porque para recibir la subvención de leche de fórmula adaptada es preciso seguir el tratamiento a través de la Seguridad Social.

En mi caso el diagnóstico de alergia PLV, aunque dilatado en el tiempo (con el problema que eso ocasiona), fue concluyente. Hay padres que pasan por varios especialistas médicos hasta encontrar respuestas, en un largo y difícil camino. Siempre hay que reclamar una atención médica y recursos adecuados para nuestros niños.

Nota: Agradecería que me contarais vuestra propia historia para reflejarla en el blog, de forma anónima, para que pueda servir de ayuda a otras personas.

Foto: Tom Brough

Superación de Alergia Leche

La Asociación de Alérgicos a Alimentos y Latex (AEPNAA) ofrece unos datos esperanzadores para los niños con Alergia a la proteína de leche de vaca (APLV). Se señala una obtención de tolerancia en un 85% antes de los 3 años de edad.

En general, huyo de las estadísticas aunque nos ofrecen una visión general del problema. Lo cierto es que para un padre de niño alérgico su caso es único y personal. El porcentaje de niños que no superan la enfermedad, aunque sea pequeño, engloba a multitud de familias que conviven día a día con la alergia alimentaria, este padecimiento “oculto” y desconocido para casi todos.

Me ha interesado mucho leer una noticia publicada en HealthDay, con fecha marzo 2011. Habla de una investigación dirigida por el Dr. Scott Sicherer, profesor de pediatría de la Escuela de Medicina Mount Sinai de la ciudad de Nueva York, y financiada por el Consortium of Food Allergy Research de EE. UU.

Hay que destacar que los hallazgos de este estudio son preliminares pues no se han presentado en una reunión médica ni publicados en revistas médicas.

El estudio apunta que superar la alergia a la leche podría llevar a algunos niños más tiempo de lo esperado. En concreto, los resultados en una muestra de 244 niños con APLV fueron que apenas la tercera parte de los niños superaron la alergia en un plazo de treinta meses. Esto supondría que los niños no están curándose tan pronto como se creía.

Estos datos, aunque preliminares, nos pueden dar una idea previa de la evolución de la alergia del niño, para no caer en pronósticos optimistas sobre la superación en el tiempo, que no hacen sino crear frustración en los familiares.

Lo cierto es que el pronóstico de esta alergia es bueno y la mayoría de los niños alérgicos suelen tolerar la leche de vaca con el tiempo, si bien puede que no con la celeridad que pensábamos.

Parece que las alergias alimentarias son cada vez más frecuentes, sin conocer la causa, y son además cada vez más graves.

Fuente | Scott Sicherer, M.D., professor, pediatrics, Mount Sinai School of Medicine, New York City; Jeffrey M. Factor, M.D., allergist, Connecticut Children's Medical Center, Hartford, Conn., and associate clinical professor of pediatrics, University of Connecticut School of Medicine, Farmington; presentation, American Academy of Allergy, Asthma & Immunology annual meeting, March 18, 2011, San Francisco. Vía HealthDay
Foto | Gustavo R. Rezende

Balance de mi visita al 1er Salón de Alergias e Intolerancias alimentarias

Junio 2011.- Muchas empresas y organismos relacionados con el mundo de la alergia e intolerancia alimentaria, unieron fuerzas para celebrar en Madrid el 1er Salón de Productos y Servicios para Alergias e Intolerancias alimentarias, como ya anunciamos aquí. Os cuento mi experiencia de la visita.


En cuanto a los fabricantes de productos para el mercado de personas alérgicas, había muchos.

Quisiera destacar la presencia de la empresa Antonio Anaut. A lo mejor, algunos ya los conocéis pues hacen magdalenas y polvorenes aptos para alérgicos a la leche. Me comentaron los problemas que tienen para introducir sus alimentos en las cadenas de distribución, de forma que lleguen a más gente. También me transmitieron su compromiso con la calidad y la garantía de eliminación de contaminación cruzada en sus procesos productivos. Hablamos de cómo han de ser las propias familias las que demanden, en Atención al Cliente de las grandes cadenas de alimentación, la presencia de alimentos para alérgicos. Son familia de artesanos pasteleros y se nota que creen en lo que hacen y en ayudar a las familias con miembros alérgicos alimentarios. Me dieron magdalenas y polvorones para mi hijo alérgico (confieso que nos comimos un montón los demás porque están deliciosos, suaves y esponjosos).

También estaba la empresa de repostería artesanal Natudul, con esos deliciosos bizcochos que preparan, que ya había probado antes. También calidad y compromiso con la alergia alimentaria, como dice su lema. No podía faltar Apdan, tan conocido.

Había empresas de embutidos de producción ecológica como la marca Biobardales de El Enebral o Embutidos Carsego, con  multitud de productos libres de alérgenos. En los ingredientes sólo aparecen cerdo, especias y sal... una simplicidad abrumadora pero un sabor excelente ¿por qué es tan difícil encontrar productos sin aditivos?

Había muchos fabricantes de bebidas "alternativas a la leche", véase: leche de almendras, de soja, de avena y de arroz. Probé también la leche de quinoa  y una bebida a base de chufa reforzada con bífidus de Naturvita (deliciosa). Pasé rápido por el stand de Almendrola, porque aunque tenían una enorme y apetecible variedad de leche con almendras, me parece un suicidio, dada nuestra situación de alergia, dar al niño un fruto seco como la almendra (pese a que es un elemento con un altísimo aporte de calcio).

También conocí la Confitería Marqués, con productos específicos para alérgicos. Su stand rebosaba de chocolate..... mmm

Y por supuesto, la empresa de galletas Gullón, de la que os he hablado aquí antes (a mí me facilitan enormemente mi día a día y eso no tiene precio).

Estaban varias asociaciones de alérgicos alimentarios: AEPNAA, Histasan e Immunitas Vera. Ofreciendo como siempre su apoyo a los padres que afrontamos esta enfermedad.

También había stands de tiendas de productos para alérgicos, todas también con venta on-line, como Alervita y Nutraler.

Me gustó encontrar a la empresa Conasi, con venta de electrodomésticos útiles para los alérgicos, como panificadoras, y utensilios de cocina exentos de tóxicos.

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, del Ministerio de Sanidad, también proporcionaba todo tipo de información sobre etiquetado y salud infantil.

Menos mal que en el salón sólo se mostraban los productos, sin venta, porque si no me hubiera llevado de todo, pese a los precios... porque ese es otro tema bien complejo: el coste de los productos aptos para alérgicos. La mayoría sólo disponibles en tiendas de dietética, con dificultades para resultar apetecibles para las grandes superficies.

En cuanto a las conferencias, me interesó sobre todo la impartida por Pedro Ojeda (presidente SEICAP) sobre los Principios Básicos de la Alergia e Intolerancia alimentaria. Me quedé con estas ideas:
  • Los datos sobre frecuencia de alergias alimentarias son difíciles de determinar.
  • El período de sensibilización alérgica (entre que se empieza a consumir el alimento hasta que se produce la reacción alérgica) puede durar días, meses o años.
  • La Alergia alimentaria es dramática: supone que un niño totalmente sano pueda sufrir, por una pequeña ingestión de un alérgeno, un cuadro de alergia que le suponga graves consecuencias en su salud.
  • Si bien todos estos años se ha pensado en la dieta de evitación del alérgeno como único tratamiento posible, ahora se estaban abriendo nuevos campos como la Inducción a la tolerancia oral de alimentos.

Mis obligaciones me impidieron quedarme a escuchar la ponencia de Lydia Zapatero (Hospital Gregorio Marañón de Madrid) sobre la Desensibilización. Agradecería si alguno estuvo me contara cómo fue.

Conocí la revista Trazas, especializada en productos y servicios para intolerancias y alergias alimentarias. Puedes recibirla, de forma gratuita, en tu mail si lo indicas en su pagina web. Por supuesto, ya me inscrito.

Desde aquí mis felicitaciones a todas las personas que con su esfuerzo hicieron que este evento fuera posible, en concreto, a todas las que lo hicieron de forma voluntaria para ayudar a mejorar la calidad de vida de los padres y niños alérgicos alimentarios.

Foto | pianoBrad

Alergia a la Leche: 1 de Junio ¿Celebramos?

El día 1 de Junio ha sido establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el “Día de la Leche”, según sus palabras: “Porque nos brinda la oportunidad para enfocar toda nuestra atención en la leche, publicitando actividades conexas que se realizan en todo el sector lechero”.


Me pregunto ¿se refiere a la leche materna o a la leche de vaca?

La leche materna posee increíbles propiedades, cada día aparecen nuevos hallazgos sobre sus beneficios y, para las productoras de leche artificial, sigue siendo a día de hoy imposible de imitar en su composición. Entre otras características, la leche materna varía su composición en función de la edad del niño, el momento del día, el estado de la madre, el tiempo desde la última toma... y protege al bebé de las enfermedades a las que la madre está inmunizada. 

Sin embargo, este día se aprovecha para festejar la leche de vaca. Ese alimento que precisa de una reducción de proteínas para que pueda ser consumido por un bebé humano y que provoca alergia a entre un 4 y un 8% de la población infantil. ¿Es para festejarlo?

No estoy en contra de la leche artificial para bebés. Creo que cada uno tiene sus propias circunstancias y que debe poder elegir libremente la alimentación que desea para su hijo. Ahora bien, para elegir en libertad es preciso estar informado y la información es algo que no suele proporcionarse de forma adecuada a los padres.

Para “celebrar” este día de 1 de Junio, os contaré una historia acaecida a finales de los años  70. Se denunció que existían comunidades indígenas, viviendo en la selva, que habían recibido muestras gratuitas de leche artificial, proporcionadas por las multinacionales de alimentación. Hay fuentes que estiman que actualmente en el tercer mundo, cerca de un millón y medio de niños mueren todos los años debido a los efectos, directos e indirectos, de la alimentación con biberón. En muchos casos el problema radica en que no existe agua de calidad necesaria para la preparación del biberón. 

A partir de aquello, se aprobó un Código Internacional de Comercialización de Sustitutos de la Leche Materna (1984), que prohíbe cualquier publicidad que incite a sustituir la leche materna por leche artificial. Aprovecho para decir que aunque no se publicite directamente la leche artificial para bebés recién nacidos, el hecho de que haya una “Marca Leche” 2… indica claramente que existe la “Marca Leche” 1 para recién nacidos. Una forma inteligentemente encubierta de publicidad que se ajusta a la normativa.

Si visitas a la página de la OMS encontrarás además unos carteles con una regla de medición (los que se usan para ver y apuntar cómo van creciendo los niños). En ellos una vaca sirve de apoyo para que los niños suban más y más alto… gracias a la leche de vaca.

Hoy en día, si miramos una clase de un colegio o una guardería, de unos 25 niños de la clase, 2 serán probablemente alérgicos alimentarios, seguro que uno alérgico a la proteína de leche de vaca.

Yo personalmente no tengo nada que celebrar hoy día 1 de Junio.

Fuente | Gracias a Foody por darme el inicio de este artículo
Foto| laobc

Dermatitis atópica y Alergia Leche

En ocasiones, los niños que padecen alergia a las proteínas de leche de vaca, presentan además dermatitis atópica. Por eso, me parece interesante que hablemos hoy de esta enfermedad de la piel.

¿QUÉ ES LA DERMATITIS ATÓPICA?
Es una enfermedad crónica de la piel que produce lesiones eccematosas. Se produce como consecuencia de reacciones inflamatorias de patogenia inmunológica, mayoritariamente como reacción de hipersensibilidad a diferentes antígenos ambientales, como los alimentos.
Presenta brotes en función de la época del año.
La sufren mayoritariamente niños con antecedentes familiares de alergias.
En los países industrializados alcanza entre el 6 y 15% de la población infantil.

TRATAMIENTO DE LA DERMATITIS ATÓPICA
La dermatitis es una enfermedad crónica, es decir, de larga duración y cuyo fin no puede preverse o no ocurrirá nunca.
No tiene un tratamiento único. En los últimos años han aparecido nuevos tratamientos con buenos resultados, pero a la vez han sido cuestionados por sus posibles efectos secundarios, como los corticoides.

CALIDAD DE VIDA EN NIÑOS CON DERMATITIS ATÓPICA
Este padecimiento altera sustancialmente la calidad de vida de los niños y de sus familias.
Las lesiones en la piel pueden ser de consideración, visualmente llamativas, por lo que pueden provocar temor o rechazo en el colegio.
La urticaria que producen puede ocasionar heridas sangrantes. Los niños suelen dormir mal por la noche debido a los picores. Pero puede ir más allá con irritabilidad, trastornos del comportamiento, deficiencia de atención e hiperactividad.
También es de destacar la preocupación familiar, con el continuo cuidado de la piel de niño.
Otro tema aparte, no por ello menos importante, es el enorme gasto que suponen jabones, cremas y fármacos especiales para la piel con dermatitis atópica.

ALERGIA ALIMENTARIA Y DERMATITIS ATÓPICA
A continuación hablaremos del papel que juegan los alimentos en la dermatitis atópica del niño.
La dermatitis atópica, como vimos antes, tiene su base en muchos casos en reacciones de hipersensibilidad a antígenos ambientales, entre otros los alimentos.
Es por ello básico identificar si la dermatitis atópica está relacionada con la presencia de una alergia alimentaria en el niño.
El 80% de los niños con dermatitis atópica tiene una concentración de IgE elevada en plasma, es decir, tienen una predisposición a padecer algún tipo de alergia.
De los casos más graves de dermatitis atópica, el 50% puede tener una alergia alimentaria.

¿CUÁNDO DEBE ESTUDIARSE SI UNA DERMATITIS ATÓPICA ESCONDE UNA ALERGIA ALIMENTARIA?
Según la documentación recogida en la página de la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Pediátrica (SEICAP), se recomienda que el pediatra envíe al niño al alergólogo para hacer un estudio de alergia alimentaria cuando:
  • Dermatitis atópica intensa y extensa o la que no responde a tratamiento.
  • Cuando puede correlacionarse la ingestión de un determinado alimento con el brote de dermatitis atópica.
  • Niños con dermatitis atópica, con antecedentes familiares de alergias y con otra enfermedad alérgica como asma o rinitis.
DIETA EN NIÑO CON DERMATITIS ATÓPICA
En el caso de niño con dermatitis atópica y alergia alimentaria demostrada, la dieta es la de exclusión del alimento que ocasiona la alergia.
En los casos en los que no es posible identificar un alimento como causante de los brotes de dermatitis atópica, no es preciso seguir ninguna dieta especial, pues no se ha demostrado que presente beneficio en el desarrollo de la dermatitis. La dieta será normal con observación en general de las reacciones tras ingerir nuevos alimentos, en concreto, aquellos con alto contenido en proteínas (frutos secos, pescado, marisco, etc.).

Si queréis ampliar esta información, sobre todo lo relativo a tratamientos actuales para combatir la dermatitis atópica, os recomiendo el documento “Guía de tratamiento de la dermatitis atópica en el niño”, publicado en la web de SEICAP.

Fuente | Esta información ha sido elaborada en base al documento recogido en la web de SEICAP “Guía de tratamiento de la dermatitis atópica en el niño”, M.A. Martín Mateos, 2006.
Foto | Anonymous, original de Linda KLM

HAMBURGUESAS, PATATAS Y... APLV


Mayo 2011.- Tengo que decir a favor de las cadenas de alimentación de comida rápida Burger King y McDonald's que son de los pocos establecimientos que disponen de una hoja informativa sobre alergénos en sus establecimientos.

Sin embargo... queda mucho por mejorar. Os cuento mi experiencia este fin de semana.

Nos fuimos toda la familia al Burger King a comer. Estábamos ya todos sentados cuando, al pedir la información de alérgenos, compruebo que con la última actualización en el reverso del mantel de papel, ahora no hay nada en el menú infantil apto para alérgico a la leche. ¡Vaya fastidio! A levantarnos todos y a ir a comer a otro sitio.

Conclusiones:

1) Los fabricantes contínuamente actualizan sus productos, hay que preguntar siempre para verificar. Aunque hace un mes un producto fuese apto, el mes siguiente no tiene por qué serlo.

2) ¿Pero es posible que una cadena de alimentación dirigida al público infantil no disponga de menú apto para alérgicos a la leche? Son en torno al 4% de la población... ellos verán si quieren perder este público. Espero que sean cambios puntuales y que volvamos a encontrar productos aptos como tenían antes.

Pues nos fuimos al McDonald's que había cerca. Aquí sí tenían menú apto para alérgico a la leche, pero el problema fue otro. Ahora no ponen la información en el mantel, sino que la tienen los empleados en el mostrador. El problema es que cuando la solicité me sacaron un montón de papeles y me dieron el primero que cogieron: era información sobre alérgenos fechada en 2008! Les dije que habría otra versión posterior y claro que la encontraron, entre otras varias obsoletas.

Conclusiones:

1) Quitar la información del mantel de papel no es una buena idea. Dejar a los empleados (sin conocimiento por lo general sobre alergias) como informadores es del todo desafortunado. Una información tan importante (compete a la salud) no puede ser manejada con tanta desgana: información obsoleta y de difícil acceso.

Foto | Anonymous

Alergia Leche (APLV): Cuando un beso hace daño

Una de las primeras cosas que descubren los padres de un niño alérgico es que un beso a su hijo puede hacerle daño.

Un día desayunamos nuestro café con leche habitual. Nos olvidamos de ello y sobre mediodía jugamos con el niño y le damos besos. Al rato, el niño tenía manchas rojas en las mejillas. Los restos de leche del café matutino aún permanecían en nuestros labios. El niño había sufrido una reacción alérgica por besarle.

Es entonces cuando uno descubre que los besos suponen un riesgo y obligas a conocidos y familiares a lavarse antes de besar al niño.

A partir de entonces, las cosas siempre serán diferentes. Muchos lo entenderán y besaran al niño en la zona del cabello (gran recurso). Otros os criticarán como padres proteccionistas y os llamarán exagerados.

Pero es lo que hay que hacer. El alérgeno no puede entrar en contacto con el niño en modo alguno. No sólo le exponemos a una reacción alérgica (grave en algunos casos), sino que retardamos su curación que pasa por eliminar el alérgeno de su vida.

Los niños necesitan muchos besos, pero siempre es mejor abstenerse si uno no se ha limpiado tras una comida o ha manipulado recientemente alimentos.

La mejor forma de sobrellevar este asunto es tener a mano, también cuando se sale de paseo, un paquete de toallitas infantiles para ofrecer de forma discreta a los adultos que jueguen con el niño alérgico.

Como sólo se teme lo que no se conoce, lo más importante es informar a todos los que convivan con el niño de su condición de alérgico alimentario y de las medidas que hay que tomar para su curación.


Después de escribir estas líneas, he conocido vía Todo Alergias un interesante video de la asociación Anaphylasis Canada donde un anuncio muestra de forma sencilla los problemas a los que se enfrentan los jóvenes con alergia alimentaria: dar un simple beso puede ser una cuestión de salud.



Foto | usiiik
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