HAMBURGUESAS, PATATAS Y... APLV


Mayo 2011.- Tengo que decir a favor de las cadenas de alimentación de comida rápida Burger King y McDonald's que son de los pocos establecimientos que disponen de una hoja informativa sobre alergénos en sus establecimientos.

Sin embargo... queda mucho por mejorar. Os cuento mi experiencia este fin de semana.

Nos fuimos toda la familia al Burger King a comer. Estábamos ya todos sentados cuando, al pedir la información de alérgenos, compruebo que con la última actualización en el reverso del mantel de papel, ahora no hay nada en el menú infantil apto para alérgico a la leche. ¡Vaya fastidio! A levantarnos todos y a ir a comer a otro sitio.

Conclusiones:

1) Los fabricantes contínuamente actualizan sus productos, hay que preguntar siempre para verificar. Aunque hace un mes un producto fuese apto, el mes siguiente no tiene por qué serlo.

2) ¿Pero es posible que una cadena de alimentación dirigida al público infantil no disponga de menú apto para alérgicos a la leche? Son en torno al 4% de la población... ellos verán si quieren perder este público. Espero que sean cambios puntuales y que volvamos a encontrar productos aptos como tenían antes.

Pues nos fuimos al McDonald's que había cerca. Aquí sí tenían menú apto para alérgico a la leche, pero el problema fue otro. Ahora no ponen la información en el mantel, sino que la tienen los empleados en el mostrador. El problema es que cuando la solicité me sacaron un montón de papeles y me dieron el primero que cogieron: era información sobre alérgenos fechada en 2008! Les dije que habría otra versión posterior y claro que la encontraron, entre otras varias obsoletas.

Conclusiones:

1) Quitar la información del mantel de papel no es una buena idea. Dejar a los empleados (sin conocimiento por lo general sobre alergias) como informadores es del todo desafortunado. Una información tan importante (compete a la salud) no puede ser manejada con tanta desgana: información obsoleta y de difícil acceso.

Foto | Anonymous

Alergia Leche (APLV): Cuando un beso hace daño

Una de las primeras cosas que descubren los padres de un niño alérgico es que un beso a su hijo puede hacerle daño.

Un día desayunamos nuestro café con leche habitual. Nos olvidamos de ello y sobre mediodía jugamos con el niño y le damos besos. Al rato, el niño tenía manchas rojas en las mejillas. Los restos de leche del café matutino aún permanecían en nuestros labios. El niño había sufrido una reacción alérgica por besarle.

Es entonces cuando uno descubre que los besos suponen un riesgo y obligas a conocidos y familiares a lavarse antes de besar al niño.

A partir de entonces, las cosas siempre serán diferentes. Muchos lo entenderán y besaran al niño en la zona del cabello (gran recurso). Otros os criticarán como padres proteccionistas y os llamarán exagerados.

Pero es lo que hay que hacer. El alérgeno no puede entrar en contacto con el niño en modo alguno. No sólo le exponemos a una reacción alérgica (grave en algunos casos), sino que retardamos su curación que pasa por eliminar el alérgeno de su vida.

Los niños necesitan muchos besos, pero siempre es mejor abstenerse si uno no se ha limpiado tras una comida o ha manipulado recientemente alimentos.

La mejor forma de sobrellevar este asunto es tener a mano, también cuando se sale de paseo, un paquete de toallitas infantiles para ofrecer de forma discreta a los adultos que jueguen con el niño alérgico.

Como sólo se teme lo que no se conoce, lo más importante es informar a todos los que convivan con el niño de su condición de alérgico alimentario y de las medidas que hay que tomar para su curación.


Después de escribir estas líneas, he conocido vía Todo Alergias un interesante video de la asociación Anaphylasis Canada donde un anuncio muestra de forma sencilla los problemas a los que se enfrentan los jóvenes con alergia alimentaria: dar un simple beso puede ser una cuestión de salud.



Foto | usiiik
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